Han pasado 25 años desde que una franquicia pionera irrumpiese en las salas de cine. Una de esas sagas que remarcarían con fuerza ese concepto y que establecerían el rumbo de la industria en los años venideros. Quizás mal comparado; pero si Matrix supuso eso mismo para el cine de acción con los primeros efectos digitales, puede decirse que Scream ha supuesto lo mismo para la industria a nivel global. Es decir, hablamos de unos años en los que unas películas señalan el camino a seguir, o vislumbran los primeros atisbos de ese futuro en el que ahora nos encontramos. Para más detalles de esta cuestión, podéis leer el ensayo publicado la semana pasada sobre dicha saga cinematográfica.
He decidido abordar la nueva entrega de la saga estrenada este pasado viernes como una continuación de dicho ensayo. Porque claro, si como decimos, las primeras películas fueron proféticas por así decirlo, este nuevo capítulo supone precisamente el retrato de las consecuencias, es decir, un análisis brutal sobre los dos elementos que caracterizan a esta franquicia: por un lado, el ejercicio metanarrativo y metacinematográfico, donde la obra artística reflexiona sobre sí misma y la industria que la produce; y por otro lado, el dibujo, el cuadro de la generación actual de jóvenes, esa generación Z que definen los sociólogos. Y sí, queridos lectores y amigos, todo esto lo hace una película de terror. Para todos aquellos que aun a día de hoy siguen pensando que este género es menor o que no aporta nada salvo violencia gratuita…en fin, que se lo hagan mirar.
Esta Scream nos presenta a una nueva protagonista, Samantha, que esconde un terrible secreto que conoce de sobra el asesino. Y es que, el psicópata Ghostface está dispuesto a hacer limpieza en el pueblo de Woodsboro, y que todos los secretos salgan a la luz, que lo que se ha ocultado durante 25 años sea revelado. Y para eso, Sidney, Gale y Dewey, los protas originales regresan, para ayudar a la nueva generación a comprender las reglas básicas con las que sobrevivir a una película de terror. Y entonces, la primera víctima de esta nueva ola de crímenes dice que no sabe qué es Puñalada, que mejor que la pregunte sobre Babadook, sobre Hereditary, La Bruja, el Faro…que eso es Terror Elevado y que Puñalada es una cosa pasada de moda…Pues Ghostface y su cuchillo demuestran que los clásicos lo son por algo.
He aquí el primer ejercicio brillante que realizan los guionistas de esta «Recuela» (ahora iremos al concepto). Porque claro, si algo caracteriza nuestros tiempos es en el empeño en dividir y crear conflictos en la sociedad. Todo el día se crean bandos mediante campañas mediáticas (Marvel vs DC, Betis vs Sevilla…Terror cutre contra Terror Elevado), que generan personas Snob, es decir, personas que piensan que están descubriendo todos los días una obra maestra que ahonda en las complejidades emocionales de los personajes. Claro, como si el slasher fuera incapaz de crear reflexión. Pero hay toda una generación de jóvenes nacidos a principios de los 2000 y hasta el 2008, es decir, los Z, que piensan precisamente todo esto y están marcados fundamentalmente por dos características: la ignorancia, y la arrogancia. Son ignorantes porque en buena parte no consumen cultura de antes de que ellos nacieran ( así le sucede a Tara, la hermana de la protagonista de la película cuando el asesino la reta a su trivial de terror) y encima, cuando les quieres enseñar algo del pasado, la primera reacción suele ser de que “todo es viejuno” y que no les vale de nada. Esa arrogancia de que ellos parecen haber inventado algo: Por ejemplo, Hereditary es puro género gótico que existe desde el romanticismo, así que no se ha inventado nada nuevo; el Faro, más o menos lo mismo, con algún guiño a Stephen King, que tampoco es nuevo precisamente
Queridos niños Z, solo existe el buen cine y el mal cine, nada más, y sí, hay grandiosas películas del supuesto terror elevado que tampoco existe, sencillamente, TODO ES TERROR, desde Scream hasta Hereditary pasando por la saga Warren. Lo principal es abrir la mente y verlo todo para tener un criterio propio.
Por otro lado, hablábamos sobre el ensayo metacinematográfico que, una vez más, hace la saga. Bien, aquí la cinta se define así misma como «Recuela», siguiendo el modelo establecido por las recientes entregas de Star Wars o la saga Halloween. Cuando los críticos hablamos en muchas ocasiones de “mezcla entre remake-secuela-reboot” a esto nos referimos: la recuela es un híbrido de conceptos. Siguiendo con los ejemplos mencionados, en estas películas se hacen fundamentalmente dos cosas:
1ª Crear personajes nuevos
2ª Los personajes y acontecimientos nuevos parten del material original y, además, se incluye a los personajes clásicos.
Es decir, la Halloween actual es un remake de la clásica porque el esquema narrativo es el mismo, pero el protagonismo lo tiene una nueva generación de personajes arropados por la original, Jamie Lee Curtis. Soy consciente de que es un tema complicado pero quedaros simplemente con la idea de la mezcla de conceptos. SCREAM 2022 es esto, una secuela que repite el esquema narrativo de la cinta original y siendo un puente para ir hacia algo novedoso, con ayuda de los personajes originales. Por eso, en un momento clave, donde Samantha reniega de la ayuda de Sidney asegurando que ella solita puede con todo, Gale Weathers, la incansable periodista le dice a Samantha: “Aquí tienes a la original, ella sabrá mejor que nadie por lo que estás pasando”, volviendo de nuevo al centro emocional del film: esa brecha generacional que estamos creando entre todos para separarnos lo más posible, y ser más vulnerables.
La saga SCREAM (cuya última entrega está en nuestro especial Cine de terror para Halloween 2023) regresa con una nueva cinta plagada de sustos, asesinatos sangrientos marca de la casa, y vuelve con la firme voluntad de enseñar algo que es muy valioso: la forja de la personalidad, el no dejarse llevar por las modas y asumir quienes somos. Veremos si el público ayuda a que el desarrollo de la nueva protagonista sea posible. Y una última petición: a todos los que la veáis, por favor, nada de spoilers, respetad los secretos de la cinta y a los demás espectadores.
