Crítica de Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City… y al origen de la plaga
En nuestra memoria están todavía presentes las películas dirigidas por Paul W.S. Anderson y protagonizadas por Milla Jovovich (La Cuarta Fase) sobre Resident Evil. Una saga de seis cintas de mucha acción de serie b, con la única pretensión de hacernos pasar un buen rato. La adaptación que realizara Anderson se centraba más en aspectos de tecno-thriller, de ciencia ficción (quizás la más fiel al terror fue la primera entrega), pero ahora, el director Johannes Roberts, con “Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City”, ha decidido ir por otro camino, uno mucho más cercano a los videojuegos y que, sin duda, a los fans acérrimos del clásico de Capcom puede gustar más. Otra cosa serán los espectadores que no tengan la experiencia previa del juego ni conozcan mucho la historia o los personajes.
¿De qué trata “Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City”?
“Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City” comienza en un orfanato de la ciudad de Raccoon. Allí, una pequeña Claire Redfield (a quien interpreta Kaya Scodelario de adulta), recibe todas las noches la visita de una misteriosa niña que intenta transmitirle un mensaje. Un relato de horrores que aguardará unos cuantos años para ser descubierto, siendo quizás ya demasiado tarde. Pues ese orfanato, al igual que casi toda la ciudad, está dirigido por la Corporación Umbrella, la farmacéutica más poderosa del mundo. Varios años después, Claire regresa al lugar del que escapó, a esa ciudad apartada de la mano de Dios, a la búsqueda de su hermano, para descubrir que en una sola noche, se abren las puertas del infierno, desencadenando un horror terrible de imaginar.

Analizando “Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City”
La atmósfera de esta nueva película, su puesta en escena, la banda sonora, tienen una inspiración clara en el mítico John Carpenter. El director de la película no oculta en ningún momento su voluntad de construcción de un dispositivo de serie B puramente ochentero ( contiene una atrevida mezcla de Asalto al distrito 13 y La Cosa), y demuestra además, desde el punto de vista de quien escribe, su buen instinto a la hora de estructurar narrativamente la obra (la cámara alterna entre los diferentes personajes para ir juntándose hacia el final), pues es titánico el esfuerzo de adaptar a la vez los dos primeros juegos de la saga (aunque también incluye un elemento del tercero). Sin duda, lo que hay que destacar ante todo de “Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City”, es que es el primer capítulo de una nueva franquicia. La cinta es un prólogo sencillo donde se introducen unos personajes y unos hechos que se irán desgranando en entregas posteriores.

Como siempre suele suceder con este tipo de films, deberían abstenerse quienes busquen interpretaciones metafísicas o ciertos niveles de profundidad. “Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City” no es una historia que pretenda cambiar el mundo, simplemente entretenernos, y, además, resultarnos un relato demasiado familiar a las circunstancias vitales que nos rodean desde hace dos años.
En otros medios leerás absolutas salvajadas sobre ella, de hecho, ya la están masacrando sin piedad, asegurando que es de lo peor que puede haber en el cine este año. Lo mejor que se puede hacer es ir a verla y dejarse llevar por una buena masacre de zombis y bichos varios. Como digo, esta nueva Resident Evil no cambiará la historia del cine, pero sí que conseguirá por lo menos hacernos pasar un buen rato y darnos algún que otro sustillo.