Crítica retrospectiva: El Amanecer de los Muertos
Afirmar hoy en día que El Amanecer de los Muertos (Dawn of the Dead) es la mejor película sobre muertos vivientes, puede ser una presunción, (de hecho, seguro que mis amigos al leer esta reseña, se me echarán encima protestando y diciendo que, 28 Días Después es superior, jeje, a ellos les dedico esta reseña). Quizás no les falte razón, pero a día de hoy, El Amanecer de los Muertos, sigue siendo la película más redonda realizada sobre zombis, y pese a quien pese, la que ha logrado sentar cátedra para convertir a este género, considerado siempre en el bulto sospechoso de la serie b, en una entidad con relato propio y subirla al Olimpo de las grandes producciones del género de terror.
Amanecer de los muertos, la gran colaboración de Zack Snyder y James Gunn
Dawn of the Dead (El Amanecer de los Muertos), es una película de terror estadounidense de 2004 dirigida por Zack Snyder (El ejercito de los muertos) y escrita por James Gunn. Con lo cual hablamos de la combinación de dos revolucionarios creadores, que se iniciaban en el mundo cinematográfico. Para los fans de Snyder, hay que decir que su ópera prima, es sin duda su película más destacada, fuera de los movimientos slow motion marca de la casa del director y que en esta película se agradece que no estén. En cuanto a James Gunn, decir que ya mostraba madera de buen guionista, sabiendo describir escenarios claustrofóbicos, manejando con sutileza los diálogos y los personajes para que no se convirtieran en muñecos de pegote. Sus protagonistas son Sarah Polley, Ving Rhames y Jake Weber.
La cinta está basada en la película homónima de 1978, la cual fue creada por George A. Romero. Al igual que su antecesora, la historia se centra en un grupo de personas que se refugia en un centro comercial ante una plaga de zombis. Esta versión posee algunas variaciones en la trama y personajes. Y lo más importante, fue la primera versión en la que el movimiento y el comportamiento de los zombis se empezaron a actualizar, por ejemplo, haciéndolos caminar más rápido y que fueran mucho más agresivos. Aunque algunos conceptos puedan ser similares a los de la película 28 Días Después, utilizaré como excusa que en la cinta de Danny Boyle, y como bien decía Enjuto Mojamuto (Joaquín Reyes), son infectados y no zombis. Quiero recordar que el Amanecer de los Muertos es un remake que maneja los códigos antiguos de las películas de zombis y los actualiza.
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La proyección empieza de manera espectacular, con una escena para los anales de la historia y luego imitada, en la que el miedo y la angustia se te presentan sin esperar a que puedas digerir lo que está sucediendo. Logra que entres en su historia a través de emociones intensas, imágenes que generan la sensación de inquietud y desolación que va a mantener el tono de la película. Sin embargo, sus absorbentes escenas de acción se apoderan de la pantalla convirtiéndose en un electrizante espectáculo de miedo.
En esta breve introducción, apenas hace falta unos minutos de metraje para que todo salte por los aires. En secuencias intercaladas, partiendo desde el punto de vista íntimo de la protagonista, hasta el plano general de cómo se derrumba la normalidad del barrio, un caos que termina por convertirse en el foco en el que se desarrollarán los acontecimientos. Todo ello, ofrecido con imágenes viscerales y contundentes que potencian la intensidad de descubrir que el mundo se desmorona. A todo ello, contribuye que se cuide el componente más humano, gracias al guión firmado por James Gunn, que logra que la situación respire credibilidad, implicando a los espectadores para que se sumerjan en la historia.
La trama se construye por medio de la intensidad para mantener en vilo al espectador, utiliza la acción como elemento de escapatoria para el peligro que siempre acecha a los protagonistas, y que sirve de distensión para que estos y los espectadores puedan defenderse de las hordas de zombis. Snyder demuestra un buen manejo de la cámara, sabiendo mostrar los instantes más turbadores con el plano adecuado, logrando con ello, que la tensión no decaiga en ningún momento, siendo la misma, el verdadero armazón de la película. Por ejemplo, a pesar de contener gore, no abusa del mismo ni lo utiliza como un elemento efectista, sino como un mecanismo narrativo terrorífico.
Un remake a la altura
Otro de sus aciertos es el lugar donde se recrea la mayor parte de la película, un centro comercial. He de decir que después de verla, tengo claro dónde debo refugiarme en caso de apocalipsis zombis. El centro comercial sirve a la vez de protección y de jaula para los personajes, y esa contradicción nos recuerda que la libertad del ser humano se ha acabado para siempre. Una sensación de reclusión que no hace más que avivar la angustia y la desesperación de un lugar inhóspito, que logra transmitir desazón en el espectador. A ello contribuye, las correctas escenas violentas-gore, con abundancia de sangre, que resultan impactantes sin caer en ningún momento en la repulsión.
Una de las decisiones que beneficia la trama de la película, son los cambios de ritmo. Están perfectamente hilvanados para pasar del adrenalítico inicio al silencio de la tranquilidad, en el que los personajes hacen su presentación, nos muestran sus perfiles y nos da tiempo para que podamos conocerlos, para a continuación, volver otra vez a la acción. Toda una montaña rusa de simetría rítmica bien construida.
Destacar el elevado número de reanimados que llegan a aparecer al mismo tiempo en pantalla. Que demuestra la calidad y el detalle, con el que se ha tratado a la película, mostrando una apariencia diferente para cada de uno de los muertos vivientes. Un aspecto cuidado que hace más creíble la historia que nos están contando. Esta pulcritud, también se demuestra en la forma de realizar las escenas de acción, en la que podemos observar todos los detalles gracias al uso de los planos aéreos en las explosiones o persecuciones. La cámara también es capaz de captar con sutileza la atmósfera asfixiante en la que se desenvuelven los personajes, con escenas que percuten en los estímulos repentinos y violentos que acompañan las contracciones musculares del escalofrío.
En cuanto a los personajes, es cierto que quizá haya un exceso de los mismos, algunos acaban reducidos al simple hecho de poder ofrecer más muertes molonas. Pero en ningún momento se siente que sean personajes vacíos, el argumento nos brinda una regularidad dramática en el que la intensidad no decae, dejando espacio para no deshumanizar a sus personajes. Y es que la aportación del reparto es fundamental para encontrar ese equilibrio que expone la película. No hay estrellas, pero sí rostros más o menos conocidos por el público que saben cómo adaptarse a lo que la película necesita expresar. Además, sus motivaciones están bien descritas gracias a un guión que sabe cómo cerrar los arcos dramáticos de los personajes. Hay que destacar por encima del resto a Sarah Polley, una actriz no habitual de este género, que sin embargo, es capaz de soportar el peso dramático del papel protagonista con asombrosa solvencia.
En definitiva, una película repleta de acción, terror y sustos, que no escatima a la hora de envolver la historia en un ambiente malsano, como ejemplo, el bebé zombi. Una trama en la que no hay espacio para el optimismo, porque todo lo consume el desánimo, que se refleja en la maravillosa frase, “Cuando ya no quede sitio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra”. Tanto Gunn como Snyder se desatan para mostrarnos su lado más canalla, con una cinta que rebosa intensidad, repleta de instantes gamberros. Un mezcla constante de paranoia y muerte que nunca pierde el sentido del ritmo. Una película que no importa que la hayas visto, porque siempre vas a disfrutarla como la primera vez.
La película termina con un final soberbio… que es mejor que veas para comprender lo que es la desesperanza.
NOTAS DEL EDITOR: ¡Hola, JJ al habla! Además de agradecer a Carlos que nos hable de una cinta que tanto me gusta (y cuyo DVD/Blu-Ray tiene de los mejores contenidos extras que puedes encontrar en una película), me gustaría hacer un inciso con el tema de los zombis e infectados. En el blog hay un post sobre tipos de zombis e infectados que supongo que te gustará en caso de que te mole el tema, pero respecto al debate, hay una explicación muy sencilla: los infectados no han regresado de la muerte y pueden morir por cualquier herida letal o incluso de hambre, algo con lo que contaban los militarse que vuelven a Reino Unido en la precuela.
Aunque pudiéramos ver algunos infectados con grandes heridas, la mayoría morirían por estas, mientras que los zombis, se pueden pasear por el mundo con medio cuerpo o faltándole casi todo, mientras tengan el cerebro intacto 😉 ¡GRACIAS!