Llega el primer enemigo mortal de Barry Allen y resulta no ser un metahumano.
Me voy acercando al último capítulo emitido de “The Flash”, y ahora toca el turno de reseñar / resumir “Going Rogue”, el capítulo donde conoceremos al “Capitán Frío”, personaje interpretado por Wentworth Miller, y posiblemente, el villano más sanguinario al que se ha enfrentado hasta el momento nuestro héroe.
En este episodio (cuyo nombre nos vaticina que el grupo de villanos conocido como “The Rogues / Los Picaros” llegará en breve) conoceremos al líder de una banda de ladrones que, tras ver como “la mancha” (nombre con el que se conoce a The Flash en Central City) impide uno de sus atracos, buscará la manera de detener al héroe que le está causando problemas.
Mientras eso ocurre, Barry recibe la visita de Felicity Smoak, quien llega a la ciudad para ver al amigo de cuya milagrosa recuperación ha oído hablar, y que será presentada en sociedad (dentro los laboratorios Stars) como una colaboradora de Arrow y apoyo para Barry.
Al margen del semi-romance que vemos entre estos Felicity y Barry, lo más divertido es ver a la colaboradora de Oliver Queen dando lecciones a los sabiondos de Stars y ligando con el joven agentes del CSI (con modelito incluido) para que luego no ocurra nada, pero lo dicho, es una trama secundaria que simplemente sirve para potenciar la unidad de Arrow y The Flash como productos complementarios.
Felicity y un modelito digno de su madre |
Volviendo al tema del “Capitán Frío”, este peligroso delincuente consigue hacerse con una potente arma diseñada por Cisco (robada del laboratorio, lo que hace que el joven reciba una dura y amenazante reprimenda del Dr. Wells) con la que pondrá en apuros a Flash y que, usando el frio, se convertirá en su principal herramienta para asaltar bancos.
Tras repeler el ataque final del individuo (usando el ingenio y dando lugar a un rescate increible a ultra velocidad de los pasajeros de un tren siniestrado) con la ayuda de Cisco, Kaitlin y Felicity, el villano escapa prometiendo vengarse y contactando con un tipo aficionado al fuego al que le ofrece un arma similar a la suya pero con “opciones” más ardientes.
En definitiva, estamos ante un episodio bastante entretenido que, pese a los pequeños fallos de guion que consentimos debido al género en el que se encuadra la serie, cumple con lo que esperamos del show, ofreciéndonos nuevos villanos, ampliando el universo televisivo y mezclando drama (el tema de los padres de Barry y el difícil amor utópico de ambos) con acción y diversión, una fórmula que está funcionando realmente bien.
El Capitán Frío es demasiado para Barry en este episodio. |