“In Moonlight Black Boys Look Blue”. La música también. Nicholas Brittel ni es negro ni es azul, pero tiene un poco de ambos. Compositor y arreglista de los temas diegéticos de 12 años de esclavitud; productor musical de Whiplash; compositor de Los hombres libres de Jones… tocó el teclado en un grupo de hip-hop y ahora, nos trae la música de una de las películas más premiadas del año, en la que todo es negro, y bastante triste: Moonlight.
La música de Brittel no es negra, pero utiliza el shopped and screwed (disminución del tempo y manipulación de la música con diferentes técnicas), recurso propio del rap de los noventa. Tampoco es tan, tan triste, pero la atmósfera absolutamente deprimente de la película entristece al más virtuoso y clásico de los violines. No es negro, pero la ocasión lo requiere, con canciones como “Cell therapy” de Goodie Moob, “Hello stranger” de Barbara Lewis, o “One Step Ahead” de Aretha Franklin. Tampoco es tan, tan triste, pero el tema del protagonista es lo más triste del mundo, como la vida de este chico: Little, Chiron y Black. Tres nombres para tres capítulos, que la música va a unir con un solo tema que irá evolucionando tímbricamente con la edad del personaje, conservando la misma melodía melancólica y triste, muy triste. Como un negro que, a la luz de la luna, parece blue.
Aunque lo que a mi me parece más triste de todo, hasta tocarme el alma –de blues- es que una película como Moonlight, incluida su música –bastante mal estructurada y en poca comunión con la imagen-, acumule tantos premios y reconocimientos. Salir de un festival cualquiera, y salir de ver Moonlight, es todo uno. La cosa es que este año los Oscar se ven muy negros.
Puedes leer la crítica de la película aquí:
–MOONLINGHT -Por Lucía Pérez García
–MOONLINGHT -Por Eduardo Chang Bustamante