Continuamos con las reseñas de capítulos de la temporada final de True Blood y en esta ocasión, tras su emisión el pasado domingo 29 de junio, os traemos nuestras impresiones sobre “I found you”, el segundo capítulo de esta séptima temporada del show de HBO.
En una mansión de situación indeterminada, una persona fuera del encuadre de la cámara le dice a Eric las palabras del título del segundo episodio de esta temporada de True Blood. Todos pensamos que ese inesperado invitado es Pam, la vampira que no dudó en cruzar medio mundo para reencontrarse con su creador, por eso la sorpresa es mayúscula cuando descubrimos que es Jason. A medida que avanza la escena de presentación hacia fantasías homoeróticas, intuimos que se trata de una ensoñación del hermano de Sookie, como finalmente se revela, un efecto secundario de haber bebido sangre del vampiro con anterioridad.
Este capítulo se centra en el día después y, al mismo tiempo, es la calma antes de la tempestad. Transcurre durante el día, a plena luz del sol, pero a medida que avanza, la certeza acerca de un nuevo ataque del grupo de vampiros que se ha cebado en Bon Temps atenaza el corazón de los protagonistas. Un grupo formado por Sookie, Alcide, Jason, Andy y Sam prosiguen su búsqueda de los amigos secuestrados hasta el pueblo anteriormente arrasado por los vampiros que los acosan. El pueblo resulta ser Saint Alice y el cadáver que Sookie encontró en su huída por el bosque en el episodio anterior se convierte en la pista que los lleva hasta él. Allí, descubren un pueblo fantasma lleno de cadáveres que vaticina el destino fatal que le espera a Bon Temps. Jason le saca los colores a la policía científica de C.S.I. y establece la hora del ataque a partir del estado de una pizza en una escena hilarante, mientras que Sookie rememora sus primeros sentimientos hacia Bill Comptom a través del relato de un diario perteneciente a una de las victimas del pueblo vecino. Todo parece indicar que, ahora que llegamos al final de la serie, habrá un acercamiento entre la pareja cuya tensión sexual lo inició todo.
Otra de las tramas de más peso del episodio gira entorno a los inútiles esfuerzos de Arlene de liberarse a sí misma y a sus compañeras de convertirse en alimento de vampiros. La oportunidad de huída viene de la mano de la vampira Betty, una antigua maestra de sus hijos, a la que consigue tocar su fibra sensible y convencerla de liberarlas antes de que se produzca su muerte como consecuencia de la infección del virus de la hepatitis V. El plan se tuerce a escasos momentos de su final cuando Betty se desintegra en las piernas de Arlene. Si esta situación les permite, a pesar de todo, salir vivas o no , es algo que tendremos que esperar a ver.
Cuando pude leer el nombre de la actriz que interpreta a Tara en los títulos de crédito, empecé a pensar que los rumores sobre la falsa muerte del personaje en la serie no iban desencaminados. Sin embargo, parece que los guionistas han tirado por otros derroteros, manteniendo a la amiga de Sookie en la serie en forma de intrigantes apariciones. Una incipiente adicción a la sangre de vampiro de la madre de Tara, Lettie Mae, le proporciona unas visiones en las que su hija trata de darle un mensaje de supuesta gran importancia. La petición de ayuda a Lafayette, por sus dotes como médium, es casi inmediata, una ayuda que, de momento, no termina de materializarse, pero que sabemos que será sólo cuestión de tiempo que ambos empiecen a enredarse en este nuevo misterio.
Para concluir, el trepa que conocimos en el primer episodio, Vince, vuelve a hacer de las suyas, se veía a leguas, y consigue hacerse con la opinión pública aprovechando la ausencia de las autoridades del pueblo. Nos encontramos ahora con una conflictiva situación en la que los habitantes de Bon Temps se han convertido en una masa enfurecida, armada hasta los dientes y dispuestas a disparar a cualquier criatura mágica que se cruce por delante. La tragedia se masca en el ambiente. Adilyn acaba en la cárcel al intentar detenerlos y Jessica, que ha percibido su peligrosa situación, continúa dando pasos en su particular camino hacia la redención. Al anochecer está dispuesta a rescatarla, una misión en la que contará con la ayuda de Andy Bellefleur.
La última escena nos lleva a Francia, en una versión de la presentación del episodio en la que todo sucede tal como debería y pronunciando Pam al fin las palabras “I found you” ante un Eric algo maltrecho.
Tal como afirmaron los responsables de la serie, esta última temporada ha vuelto a los orígenes en cierto modo, con una trama que pone en primer plano a los humanos del pueblo frente a los personajes mágicos, con más minutos de secundarios prácticamente olvidados durante varias temporadas. Las diferentes historias están bien integradas y no se aprecia relleno evidente. Ya sólo falta que el destino final de cada uno de los personajes sea razonablemente digno.
Un comentario
Ahhh, cada vez se pone mejor la serie True Blood!! Si el primer capítulo me gustó, el segundo I Found You aún más!!! No quiero que termine la saga!