Hace unos años, concretamente en 2016, se estrenó una nueva película de la saga inventada por Ivan Reitman, Harold Ramis y Dan Aykroyd. En esa ocasión, el reparto de esa “Cazafantasmas” (Ghostbusters a secas) era enteramente femenino, comandado por dos cómicas de renombre como Stella Mccarthy y Kate Mckinon. La cinta enseguida tuvo su repercusión en redes sociales, donde fue acribillada y fusilada sin piedad, en su mayoría por personas que ni siquiera la habían visto. Vamos, que la película murió antes de haberse estrenado, y los pocos que la vimos y la disfrutamos, siempre hemos sido tratados como herejes. El caso, es que ahora, llega una nueva entrega de Cazafantamas que, con la coletilla “Más Allá”, esta considerada como la continuación oficial de la segunda parte de la saga estrenada en el año 1989, y realizada por Jason Reitman, hijo de Ivan Reitman (que aquí ejerce de productor) y que supone sin duda el mejor blockbuster que se estrenará este año.
Cazafantasmas: Más Allá va directa al corazón y no lo oculta en ningún momento. Ante todo, bebe de un legado, el de una película de culto para una generación. Pero diría aun más, porque sin duda Jason Reitman es digno sucesor de su padre, y nos trae un auténtico ejercicio que comparte dos naturalezas: por un lado, la naturaleza nostálgica ya mencionada, y por otro, la voluntad de hacer algo nuevo.
Así pues, la historia de “Cazafantasmas: Más Allá” nos sitúa en la vida de Callie (Carrie Coon), una madre soltera que atraviesa penurias económicas y que debe sacar adelante a sus dos hijos, Trevor (Finn Wolfhard) y Phoebe (Mckenna Grace). Inesperadamente, recibirán en herencia, procedente de su abuelo recientemente fallecido, una casa situada en un pueblo perdido en mitad del desierto. Una vez allí, Phoebe, que es una joven talentosa para la ciencia y con gran capacidad de percepción, se dará cuenta de que suceden cosas extrañas. Hay terremotos, los objetos se mueven solos…y junto a la casa hay un viejo laboratorio donde su abuelo desarrollaba unos raros experimentos.
Poco a poco los protagonistas descubrirán el legado de su abuelo y se sumergirán en una aventura que les cambiará la vida. Esta nueva entrega de Cazafantasmas es ante todo, un cine clásico de aventuras, donde hay numerosos guiños a los años ochenta (no solo mcguffins) sino estéticos, ya que en la pura forma, el dispositivo de la cinta es puramente inocente, digna de esa época, con la intención de recuperar un cine familiar y juvenil realizado con alma y con corazón.
“Cazafantasmas: Más Allá” tiene todos los ingredientes para atraer no solo al público más aficionado a estos personajes, sino también para llamar a una nueva generación (de hecho la película no oculta la voluntad de crear una nueva saga). ¿Puede decirse que es el mejor blockbuster del año? Sí, lo digo, y deseo que se convierta en un auténtico éxito, así que ¡Al cine a verla! 😉