El tercer capítulo de la tercera temporada de Arrow (si, sé que la serie va ya por el quinto, pero no he podido ponerme antes), traslada la acción a la isla ficticia de Corto Maltes, uno de los muchos enclaves irreales que pueblan el universo DC y que por regla general suele ser un lugar para mercenarios y delincuentes.
La razón de que Oliver, Roy y Diggle vayan allí es la perdida de contacto con Thea, quien como todos sabéis, se encuentra bajo la tutela de Malcolm Merlin.
Además de buscar a la hermana de Oliver, Diggle recibe la tarea de ponerse en contacto con un operativo de ARGUS, el cual, lleva varios meses sin informar.
El episodio, que transcurre sin pena ni gloria, nos muestra los intentos de Oliver y Roy por convencer a Thea de que vuelva a Starling City, y aunque ninguno de los dos son capaces de confesarles sus identidades secretas (algo que Thea conoce gracias a la información que le ha otorgado su padre), consiguen sembrar una posibilidad de la que la pequeña Queen vuelva a casa.
La situación de unos supuestos héroes atacando a militares sin sus equipos es de risa |
Mientras la joven se lo piensa, vemos como el supuesto contacto de ARGUS resulta ser un traidor dispuesto a vender las identidades de sus compañeros, algo que implicaría un gran peligro para Diggle, su mujer y su recién nacida hija.
Dispuestos a evitar que la información se distribuya, el trio tendrá que hacer uso de su ingenio utilizando como armas unos arcos que Oliver ha construido con los muebles de su habitación, algo que personalmente me parecería uno de los detalles más divertidos del capítulo si no fuera porque en el primer episodio de esta temporada vimos como Arrow portaba un arco que se reducía hasta convertirse en prácticamente un bastón.
Una vez reducida la amenaza del supuesto agente doble, este advierte a Diggle del peligro que conlleva trabajar para Amanda Waller, algo que sabíamos y que los flashbacks de Honk Kong se encargan de dejarnos claro.
Thea va mejorando en el uso de armas |
Tras solucionar dicha situación, el equipo del arquero esmeralda se dispone a volver a Starling City, siendo interceptados por Thea en el aeropuerto. La joven, ha conseguido convencer a Merlin de que la deje volver, y aunque no será la única que vuelva Starling City, parece que el arquero oscuro decide continuar el entrenamiento de su hija en su ciudad natal.
Lo dicho un capitulo sin mucha miga, donde seguimos viendo como Ray Palmer y Felicity siguen conociéndose y trabajando juntos (para recuperar unos prototipos que no tenemos muy claro para que sirven) y que nos deja también a una Laurel Lance herida de gravedad tras sufrir una paliza en un intento de emular a su fallecida hermana, acto que la llevará al gimnasio de Wildcat en el que empezará su entrenamiento en artes marciales.
De esta guisa se queda Laurel tras meterse donde no debía |