El 27 de marzo seremos testigos de un nuevo y apasionante relato sobre la verdadera mafia italiana gracias a Calabria.
La obra del director Francesco Muzi es muy diferente a las historias que nos encontramos habitualmente en este género. Desde luego, el que piense que se va a encontrar con algo parecido o similar al Padrino de Francis Ford Coppola o los Soprano, puede llevarse una pequeña sorpresa. Calabria es un relato más cercano, si es que es necesario buscarle símiles, a lo que hemos podido ver recientemente en la serie Gomorra, basada en el libro de Roberto Saviano. ¿Por qué recalco esto? Porque los personajes que salen tanto en Gomorra como en Calabria poco tienen que ver con los Corleone o los Soprano. Estos últimos son italoamericanos, son historias que les acontecen a los italianos emigrados a EEUU, por lo que su estilo de vida es muy distinto a lo que vemos en Calabria o Gomorra.
Me viene a la cabeza una anécdota personal que creo, viene muy al caso de lo que hablo. Una persona cercana a mí estuvo en Nápoles hace unos veinte años. Cuando vio la serie de Gomorra me dijo, con desesperación y cierta tristeza: “Esto no ha cambiado nada en todos estos años”. Seguramente, si viese Calabria la sensación sería muy parecida. Lo que transmite ante todo Calabria es cómo se vive en algunos sitios de Italia, pueblos montañosos, con economías pobres, gente llevada al borde de la desesperación porque los trabajos que hay son paupérrimos. ¿Cuál es la única alternativa que les queda? Solo falta ver la película para comprobarlo. Pero no solamente se muestra esto, también de pasada, aunque deja una huella fuerte, nos cercioramos de que las mafias locales tienen tentáculos en el poder político, los cuales no dudan en usarlos para, por ejemplo, poner alcaldes que les sean propicios en sus negocios turbios.
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Calabria muestra una fotografía dura y realista |
Estos aspectos sociales no son la primera vez que los vemos en una película. En realidad, Calabria no nos va a mostrar nada que no sepamos o que no leamos diariamente en la prensa. Pero creo que el poder principal que tiene la película reside en el interior de la familia protagonista, los Carbone, una de muchas de las que hay en el país. Hay un conflicto del pasado, una herida que sigue latente y a punto de estallar como un volcán. Un hecho terrible que puede suponer un fatal desenlace, una guerra entre los Carbone y sus rivales. La esencia del film está en las relaciones paterno filiales y los conflictos entre hermanos. Luciano, el hermano mayor, que solo quiere dedicarse al pastoreo, llevar una vida tranquila y evitar que su hijo adolescente, Leo, sucumba a lo fácil, a la vida de un delincuente más, apoyado por su tío Luigi.
Las amistades son cada vez más frágiles y los sentimientos encontrados van desencadenando diferentes desgracias. Calabria es una película muy clásica, con un ritmo pausado pero no lento, nos mantiene pendientes en todo momento de lo que va a pasar a continuación. Una película que no dejará indiferente a nadie. Aunque, como siempre digo, esto no es más que una opinión personal, pues son ustedes los que deben elegir libremente si quieren disfrutarla.