Hoy hablaremos de una de las mejores películas animadas del año 2022. He querido hacer esta reseña porque la magia del cine, a veces, puede ayudarnos a superar los malos momentos gracias a los sentimientos que nos generan sus imágenes. Y a su vez, esas imágenes nos ayudan a entendernos mejor, lo que nos ocurre, a comprender nuestro alrededor y sobre todo, nos ofrece una mirada diferente con la que abordar las soluciones a nuestros problemas. Esta reseña va dedicada a aquellas amigos/as que estén pasando por momentos delicados, con la que espero que puedan, por lo menos durante unos instantes, volver a sentirse felices.
Suzume es una obra escrita y dirigida por Makoto Shinkai, un director que tiene una brillante filmografía en la que destaca, la constancia de la calidad de sus trabajos. Muchos ya le han puesto el título de heredero de Hayao Miyazaki, palabras mayores, porque hay cierta similitud en el trazo de los dibujos, el movimiento y los colores muy semejantes a los del maestro. Producida por CoMix Wave Films. Cuenta con diseños de personajes de Masayoshi Tanaka, dirección de animación de Kenichi Tsuchiya y dirección de arte de Takumi Tanji.
¿De qué trata Suzume?
La película trata sobre Suzume, una joven chica de 17 años que vive en un pueblo tranquilo en la región de Kyushu, en el suroeste de Japón. La historia comienza cuando Suzume conoce a un misterioso joven que busca una “puerta”. Estas puertas se sitúan en lugares afectados por desastres en todo Japón. El joven le cuenta que se deben cerrar las puertas para evitar la devastación de la humanidad. Ambos se embarcan en un camino que les llevará a conocer diferentes personajes y lugares, los cuales, les harán crecer y ampliar su concepción del mundo en el que viven. Una aventura en la que Suzume tiene que cerrar y bloquear las Puertas del Desastre, una a una, para detener las catástrofes. Todo ello, mientras a Suzume se le revela su propio viaje personal hacia la madurez.
Lo primero que hay que subrayar, es que estamos ante un abrumador ejercicio de imaginación. Makoto Shinkai hace gala de una colección de imágenes vibrantes capaces de lograr que nos sintamos protagonistas del relato. Una historia profunda, aunque con su desliz melodramático que le resta fuerza en su parte final, que nos cuenta la aceptación de la madurez a través de las claves de la fantasía. El verdadero significado de una buena película es que nos cuente algo y que no has haga participe de esa narración, haciéndonos que se nos remuevan las ideas en nuestro interior. Y esta película, te guste más o menos, lo logra, gracias a la descarga electrizante con la que sabe emplear las escenas Makoto Shinkai.
Suzume, mucho más que una película de dibujos animados japoneses
La película logra describir de manera sutil, los conceptos que se generan alrededor de la ausencia, las ruinas que dejan las heridas y el trauma, a través de sus imágenes poéticas. Sin deslucir nunca el sentido de la aventura, que tiene su ritmo exacto para que lo poético no se convierta en empalagoso. Imágenes que logran que el tiempo sea un compañero más del trayecto de Suzume, ese compañero con el que nos cuesta mantener conversaciones porque siempre estamos huyendo de lo que significa su aceptación.
Los planos están esmerados para encontrar la luz y la belleza en el mundo que nos rodea, el color es parte fundamental de nuestra visión del mundo, y sí, aunque la oscuridad es parte de la vida, es nuestra visión de las cosas lo que hace que realmente podamos superar las adversidades. El guion destila filosofía, tradición y mitología japonesa, sin necesidad de caer en la solemnidad. Se apuesta por un tono enérgico, en el que no falta el humor absurdo para rebajar los momentos de tensión, gracias a sus escenas dinámicas que nos recuerdan que lo que importa es, descubrir, avanzar, crecer, siempre modulado por lo único que nos hace destacar como ser humano, el sentido de la aventura.
El arco romántico está equilibrado, ya que los personajes parecen encontrarse en diferentes puntos de una línea romántica, gracias a la cual podemos descubrir de manera natural como se van acercando el uno al otro, mientras van avanzando y conociéndose al recorrer esa línea cada vez menos equidistante. La fantasía es la base de la trama, y como tal, su desarrollo es espectacular, con un in crescendo dramático que desemboca en una parte final, donde la plasticidad de la fantasía se delinea en la pantalla. Un guion que destila sensibilidad, alguna decisión un poco confusa sobre todo con el pasado de Suzume, pero que siempre está apostando por el sentido de la aventura, que no es más, que el quisquilloso viaje por la vida.
¿Por qué recomiendo Suzume?
En definitiva, Suzume es un cóctel místico, donde la sensibilidad se enfrenta a la muerte, que no busca evadir temas como el dolor o la perdida, sino mostrarnos que la aceptación es parte de la vida y del crecimiento personal. No hay trampas para sortear las adversidades, pero si pequeños fragmentos como la amistad o al amor, que si aprendemos a descubrirlos harán nuestro camino más agradable.
Una película divertida e imaginativa, con sus momentos de introspección que realzan una trama madura y bien elaborada. Con un sentido de la aventura que envuelve a los personajes y los hace vibrar para que no decaiga el ritmo. Y sobre todo, un soplo de aire fresco para la fantasía, una narrativa que siempre necesita de nuevas formulas para que, al igual que nosotros, también pueda avanzar, crecer y desarrollarse en su camino por el tiempo.