Star Wars: Nadie se va nunca del todo [Contiene Spoilers de Star Wars IX]
Disney y Lucasfilm echan el cierre, por el momento, de una historia generacional. Todos, en mayor o menor medida, hemos crecido con este universo y los personajes que lo forman. Ahora llega el momento de la despedida, de poner el broche de oro a una gran franquicia transmedia (videojuegos, cómics, libros y mucho merchandising) y quien tenía la tarea es JJ Abrams ( Star Trek, Super 8). Una tarea hercúlea y que te expone a las bofetadas de una legión de fanáticos que no duda en ningún momento de escupir su bilis como oses cambiar hasta el color de los pelos de la barba de Luke Skywalker. Como ya hemos comentado en otros artículos, directores como Christopher Mcquarrie se han negado a entrar en este universo porque no querían soportar los exabruptos de la horda fanática que se cree en posesión de la única verdad acerca de esta historia.
Esta no va a ser una crítica al uso. Más bien va a ser un diálogo con vosotros, con el que me gustaría ayudar a comprender la conexión que hay entre todas las películas de la franquicia, o en concreto, algunas específicamente. Y de forma muy especial el EPISODIO VIII tan odiado y vituperado. Al mismo tiempo, será una respuesta a todos los opinadores baratos que crecen como el moho en las redes sociales, esos que reparten el carnet de auténtico fan de Star Wars solo si odias el trabajo realizado por Rian Johnson y ahora también si odias El ascenso de Skywalker. En este punto de falta de humildad es en el que nos encontramos. Porque seguramente muchos de los que vomiten tanto odio, ni si quiera se habrán acercado a ver la película, y seguramente también, no entenderán lo que contó Johnson en Los últimos Jedi. Sí, resulta que estas tres últimas películas forman un todo argumental, y aunque pueda sorprender a más de uno, lo narrado por Abrams en esta nueva trata de cerrar el círculo. Por algo se llama trilogía. Pero claro parece que es necesario partir de un concepto tan elemental.
El Ascenso de Skywalker nos sitúa un año después del final de Los Últimos Jedi. Y muchos dicen que esta película, básicamente, anula todo lo que ha planteado Rian Johnson en su Episodio VIII. Parafraseando al Maestro Skywalker: Cada palabra que han dicho todos estos fanáticos está mal. No solo no anula nada, sino que lo completa. Volvamos un momento a los acontecimientos del Episodio VIII. La Resistencia está agonizando, la Primera Orden está en su apogeo, y encontramos a un Luke Skywalker sumido en una crisis espiritual que le ha empujado a cerrarse a la Fuerza, incapaz de asumir su fracaso como Maestro de su sobrino Ben Solo, alias Kylo Ren.
“No eres más que un niño con una máscara” le dice Snoke a su aprendiz
En los últimos Jedi vemos el punto de inflexión de un niño perdido, de un Ben que “sabe lo que tiene que hacer pero no cree tener la fuerza suficiente para hacerlo”. De alguien que se ha visto tentado con cuentos sobre el legado de su abuelo, Lord Vader, y que tiene su contrario en la Luz, la joven Rey. “Ya le dije a mi aprendiz que a medida que su poder aumentara en el lado oscuro, crecería su contrario en la luz en la misma medida” espeta el Líder Snoke, la cuestión del famoso Equilibrio en la Fuerza que tanto se menciona desde el Episodio I: La Amenaza Fantasma. ¿O es que ya no recordamos la famosa profecía que aseguraba que Anakin Skywalker sería el que traería el Equilibrio? ¿Y qué significa esto del Equilibrio? Más adelante entramos en esta cuestión. La cuestión es que Ben Solo vuela en su caza particular hacia el crucero de la Resistencia donde está la General Leia, su madre, en una de las mejores escenas que ha dado la saga, esas miradas en la Fuerza, de ese conocimiento compartido, y el dedo de Ben dudando en si disparar o no…ESE MOMENTO QUE YA NOS REBELA QUE NO ES NI MUCHO MENOS EL MALVADO QUE VIMOS EN EL EPISODIO VII. Efectivamente, es un niño perdido con una máscara aterradora y a su lado tiene una luz, Rey, que le irá guiando poco a poco hacia su destino
“Impresionante. Cada palabra que has dicho está mal” Luke Skywalker
“Pasó fugaz, un breve instante de oscuridad y después me invadió la vergüenza”. Lo que pasó de forma tan rápida por la mente de Luke fue matar a Ben, para frenar la oscuridad creciente en su interior. Ben se defiende, huye del templo de formación, y en él crece el odio y la rabia hacia su tío y maestro que le ha fallado porque no ha sabido ayudarle. Por eso, Luke no puede entrenar a Rey, y por eso, regresa Yoda para recordarle algo fundamental: “Transmite lo que has aprendido. Maestría, sabiduría sí…pero también fracaso. El fracaso el mejor profesor es. Somos lo que ellos alcanzan”, dándonos la primera gran lección que recorre toda la saga desde sus inicios. Y debido a que obra de forma errónea, Luke busca la forma de redimirse, dando su vida para que su hermana y el resto de los rebeldes puedan escapar en la batalla de Crait, no sin antes, dejarnos para el recuerdo la otra gran secuencia que resume toda la saga, quizás la mejor escena que se haya realizado nunca en una película de Star Wars, ese breve instante en el que Luke se reúne con su hermana y ella, apenada le dice: “Durante mucho tiempo he tenido esperanza pero…mi hijo se ha ido”. Y Luke responde: “Nadie se va nunca del todo” y deja en su mano el famoso amuleto de Han Solo, con una doble carga simbólica, ya que nadie se vuelve nunca totalmente malo, y nadie se muere del todo mientras lo recordemos. La rebelión renace en esa batalla, y él no va a ser el último Jedi. Como diría Yoda, “Hay otro” (EPISODIO V EL IMPERIO CONTRAATACA).
“El lado Oscuro es un camino que aporta una serie de habilidades que otros no dudarían en calificar de antinaturales” Palpatine en EPISODIO III LA VENGANZA DE LOS SITH
Refresquemos las primeras lecciones de Sith. ¿Se acuerda alguien de la leyenda de Darth Plagueis el sabio? Era un lord oscuro del Sith que al parecer tenía el poder para influir en los Midiclorianos y crear vida. Podía incluso predecir el futuro y cometió el error de transmitirle a su aprendiz todos sus conocimientos, porque una noche, su aprendiz llegó y lo mató mientras dormía. Este es el cuento, real por otro lado, que Palpatine le transmite a Anakin Skywalker en la ópera de Naboo. Por si acaso, traduzco para quien no se haya enterado. El aprendiz de Plagueis es el propio Palpatine, que insinúa lo que en su momento pensamos que podría ser un engaño para tentar a Anakin, pero JJ Abrams ha venido para decirnos que la magia Sith existe, y por eso, Palpatine regresa en el EPISODIO IX EL ASCENSO DE SKYWALKER. Y no estamos hablando de que haya que leerse libros o haber jugado a tantos videojuegos para entender la película. No, se trata de que es una saga extensa y forma parte de un todo.
Dicen otros ahora ¿Pero cómo es posible que ahora Rey sea tan habilidosa? Regresemos un momento al EPISODIO VIII: “Yo maté a Han Solo” afirma Kylo Ren, y Snoke le responde: “Y ese acto quebró tu espíritu hasta la médula, te desequilibraste, y te dejaste vencer por una chica que no había empuñado nunca una espada láser”. ¿Qué es tan difícil de entender? Y tenemos una mención de nuevo al Equilibrio. Este es el elemento principal que tendrá su explicación en esta nueva entrega, ya que además el título de la misma, EL ASCENSO DE SKYWALKER, tiene una doble lectura muy interesante, pero iremos por partes.
Como decíamos anteriormente, una saga ya sea literaria o cinematográfica tiene un hilo común que es necesario seguir desde el comienzo para su comprensión. Y no podemos caer en el error de pensar en que hay que explicarlo todo una y otra vez para repetir siempre lo mismo. Pero claro, aquí entramos en otro debate de plena actualidad sobre la necesidad de la sobreexplicación, pues hay gente a favor y otros tantos detractores. Desde mi perspectiva, basta con prestar atención a lo que unió ve y escucha, pero el problema está en eso precisamente, en que muchas veces se presta demasiada atención a un único aspecto de la película y no caemos en las sutilezas visuales, y a la inversa, precisamente lo que le ha ocurrido a los últimos Jedi, y como se ha ido viendo a lo largo de este recorrido por la saga, se comprueba que se puede odiar mucho la película anterior pero es vital para entender el episodio final.
Porque ahora concluye todo lo que se nos ha venido planteando desde los inicios del universo. Ya que el Bien no tiene por qué nacer del Bien, puede venir del Mal también, cuestión que ha aportado recientemente en una entrevista en ABC con otros especialistas, el poeta Luis Alberto de Cuenca, hablando sobre el fenómeno de Star Wars, aproximándose a la esencia de esa lucha del bien contra el mal y la dualidad que todos llevamos en nuestro interior.
Ahora nos encontramos a Rey siendo entrenada por Leia, una princesa y general que va perdiendo fuerzas y que se encuentra con el corazón roto por la ausencia de su hijo. El elemento principal de la película reside en este punto, lo que una madre sabe que tiene que hacer para poder salvar a su hijo, y de paso, salvar la galaxia. Si hay algo que hay que reconocer en la labor de Disney con la franquicia es precisamente en la revalorización del personaje de Leia, llevándolo a donde tenía que llegar; aunque siempre será una pena no poder verla empuñando una espada láser y enfrentándose al mal como tenían pensado. Pero en su lugar tenemos a Rey, la joven chatarrera de Jakku que busca a sus padres, que necesita saber qué lugar ocupa ella en todo esto como le diría a Luke en la anterior entrega; pues ahora ya sabemos sus orígenes y el destino que carga con ella. Su nacimiento podría decirse perfectamente que es en el Lado Oscuro, sin embargo, su espíritu es luminoso, de tal forma que hayamos ya por fin el famoso Equilibrio. No necesariamente el Bien produce buenas personas, ni el Mal las produce malas.
Esa Unión en la Fuerza de Ben y Rey, es la clave para entender todo lo que George Lucas planteó desde el comienzo, especialmente desde la Amenaza Fantasma. La Fuerza tiene su propia voluntad (Qui-Gon Jinn menciona esto en referencia al nacimiento de Anakin) y sus caminos son inescrutables. Y sí, ninguna película es perfecta, todas pueden tener sus aciertos y errores, pero desde luego no se puede decir que esta nueva película sea inteligible. Porque precisamente ese concepto del Equilibrio es el que nos lleva al Ascenso de Skywalker. ¿Pero qué Skywalker? Al final del film vemos que Rey adopta el apellido, encuentra por fin la identidad que buscaba. Pero también se ve cómo Ben Solo realiza un último acto de bondad, igual que el realizado por su madre y por su tío, para poder unirse a la Fuerza, y ascender…una interesante cuestión que se queda abierta, como la misteriosa percepción de Finn, o cómo Palpatine acaba en el misterioso mundo de Exegol. Sin duda alguna, habría quedado mejor a nivel narrativo completar esta parte del personaje para así poder concebirle como el verdadero maestro de marionetas de la Primera Orden, pero ¿Por qué renunciar al Misterio? Porque este ha marcado la franquicia desde sus orígenes. ¿O es que ya no nos acordamos de que en el EPISODIO IV no sabíamos prácticamente nada de Luke ni de los Jedi? ¿Y que tampoco conocíamos el nombre del Emperador ni cómo se había formado dicho Imperio? Como diría Yoda, “sabíamos lo necesario” igual que ahora. El Arte tiene una parte de suspense que es mejor no resolver, como la vida misma, y por eso nunca dudaremos en regresar a esa galaxia tan lejana una y otra vez.
Cada palabra de lo que has dicho está mal. No sé trata de escupir bilis. Se trata de que no nos tomen por tontos. El episodio 8 es una afrenta. Se podrían comentar muchas cosas, pero tan solo diré que niega todo aquello que es la guerra de las galaxias. Si el imperio contraataca es un canto al esfuerzo y al sacrificio, el episodio 8 es una oda a la generación nini. El episodio 8 niega en esencia a la trilogía original. ¿Es disruptor? Sí, en efecto. Lo es, por que eso no es Star Wars.
Sobre el episodio 9 ya mejor no hablar. Es traer a Palpatine sin excusa. En este caso, supone una negación de la historia del elegido. El sacrificio y redención de Anakin ya no tiene ningún tipo de trascendencia. Los 6 primeros episodios, que suponen una tragedia griega redonda, son adulterados por 3 episodios adicionales que no sólo no aportan nada a la historia original, sino que la desvirtúan.
En fin. Que lo que han hecho con esta saga no tiene nombre. Puede que no me guste Jar Jar. Ni el CGI. Pero, Lucas no perdió tanto el norte en las precuelas. Había una historia. No sé contó de la mejor manera posible, pero había una historia. Aquí no la hay. La única historia es estafar al espectador. Y lo más triste es que los críticos sois partícipes de la estafa.
Se puede intentar justificar esta trilogía tanto como se quiera, pero la realidad es que ha sido totalmente improvisada. Cada director sacándose el miembro y anulando el trabajo del otro y los directivos de Disney plegándose a las críticas porque no les interesa contar una buena historia, (ni siquiera una historia coherente), sólo que todo funcione sí o sí en taquilla para llevarse los billetes. Y la última entrega es un claro ejemplo de ello. Una carrera hacia delante que no te deje respirar, porque si te paras a respirar pronto descubres que el guión no tiene sentido alguno y todo lo que ocurre lo hace porque sí. Hasta las precuelas, con todo lo malo que tienen, parecen ahora mejores películas de lo que son después de esta nueva trilogía. Al menos esas tienen una historia coherente consigo misma, mejor o peor ejecutada, pero coherente.
Como te dice el de arriba, no se trata de bilis, no se trata de ser haters, se trata de no tragarnos cualquier cosa sin sentido porque sí. ¿Que hay gente que lo puede y quiere hacer? Perfecto, es respetable y ellos que lo disfruten. Pero siendo mínimamente objetivos, por favor. Disfrutar de algo no lo convierte en bueno, ni tampoco buscarle lo más rebuscado para que encaje como algo que estaba pensado así desde siempre. Negar que han ido a salto de mata con esta trilogía, que no han sabido en ningún momento qué hacer por no tener un plan y que encima se han cargado todo el arco del viaje de Anakin en las 6 anteriores resucitando al Emperador porque ya no tenían otro villano de peso del que tirar, es negar mucho.
Para mí la actual Disney lo mejor que ha hecho en cines es Rogue One. Y en la pequeña pantalla tenemos The Mandalorian, una joya de aventuras western/samurai que no aspira a ser algo grandilocuente o cambiar la historia de Star Wars, sencillamente se dedican a contar una historia coherente con el universo y consigo misma, donde los guiños estén al servicio de la historia y no metidos con calzador para lanzarlos al ojo del espectador, deslumbrarlo y no vea nada más. Es la diferencia entre poner a la gente adecuada detrás y darles el tiempo necesario para desarrollar algo y lo que han hecho en el cine con la nueva trilogía.
Anonimo y Trepamuros (hey crack), me expreso por aquí a la espera de que mi compañero Ramiro se dé un paseo a compartir con vosotros otros comentarios.
Os hablo sin haber visto aún el episodio 9, ya que, como vosotros, estoy muy decepcionado con la nueva trilogía. Personalmente, me disgusta mucho lo que han hecho, pero aunque para muchos como nosotros sea incomprensible, hay un público que está disfrutando de la película al igual que hay otro que sistemáticamente la esta criticando.
Como fan de Star Wars desde que tengo uso de razón, condeno por completo la nueva trilogía. No puedo ni con la trama (ese reboot encubierto de la primera parte), ni con los protagonistas, pero también comprendo que con este tipo de productos es muy difícil acertar. Hay presiones de parte de los fans de siempre, presiones de Disney y presiones de aquellos que han disfrutado con algo que a nosotros nos horroriza.
Como digo, no he visto la última entrega, pero horrorizarse por el regreso de Palpatine tampoco me parece justo, sobre todo, porque en los cómics que antes eran canon, ya habíamos asistido a "regresos" del emperador. No eran como este (que no sé cómo lo han justificado), pero bueno, al final que haya variedad de historias e hilos argumentales tampoco es malo, y lo digo desde la perspectiva de un fan al que le jode mucho que borren "sucesos anteriores".
En fin, agradezco vuestros comentarios de la misma forma que el artículo de Ramiro (que es 100% libre de escribir su opinión en este blog) y comparto con vosotros que las precuelas ya no parecen tan malas y que Rogue One es un peliculón, es más , para mí Solo también fue una sorpresa, The Mandalorian me ha encantado, y también soy muy fan de Clone Wars y Rebels, series que en mi opinión, si reflejan el espíritu Star Wars. Abrazos.
Bueno, ya he visto la película de marras. Mejor que Los Últimos Jedis y peor que El Despertar de la Fuerza. Con eso ya digo mucho, ya que El Despertar me horrorizó.
Sigo entendiendo que haya quien la disfrute (la película tiene cierto ritmo y no es tan aburrida como la anterior), pero como fan no la puedo defender. El regreso de Palpatine esta cogido por los pelos, el abuso de la fuerza (¿ahora se pelea desde lejos?) y esa intentona de complacer a los fans con tantos detallitos me ha matado. En fin, me quedo con las seis anteriores, con Solo, con Rogue One, The Mandalorian y con la animación de Clone Wars y Rebels… que Resistance no me ha terminado de convencer… ¡Saludos!