En conmemoración a sus dos premios Eisner, otorgados en la Comic-Con de San Diego del presente año, me gustaría reseñar el trabajo realizado en Hawkeye, concretamente el del vallisoletano David Aja, pero por supuesto sin desestimar al guionista Matt Fraction, cuyos guiones se aúnan a la majestuosa composición pictórica de Aja.
Uno de los dos Eisner que recibieron fue por el de mejor one-shot, concretamente por Hawkeye #11 “Pizza Is My Business”. Quizá sea debido al increíble dibujo, de un estilo minimalista, muy fácil de asimilar. Son viñetas sencillas con colores planos, que caracterizan toda la intervención de Aja en Hawkeye. Pero este estilo de dibujo, como he dicho está presente en toda la serie, ¿qué tiene de especial el #11 para llegar conseguir el Eisner?
Lo importante es que en este número, Fraction y Aja crean una especie de metalenguaje sólo con imágenes, las palabras sobran, pues el protagonista de esta historia no es Ojo de Halcón, sino su perro, y todo lo vemos desde la comprensión de un perro. Pero desde un punto de vista bastante maduro, pues el animal se guía por imágenes y olores o experiencias anteriormente vividas. En otras palabras, el perro no tiene un lenguaje común que antropomorfiza su inteligencia.
El lenguaje de las viñetas por tanto, vuelve a un estado de cómic primitivo, creando sus propias reglas, tal como ya hizo el mismísimo Will Eisner en su día, salvando las distancias por supuesto. Pero no es de extrañar dentro de la personalidad de David Aja, pues desde que comenzó a dibujar lleva experimentando y haciendo diferente cada cómic en el que trabaja. Quizá sea este el motivo por el que también fue galardonado con el Eisner a mejor portadista por todo su trabajo en Hawkeye.
No hay mucho más que decir, pues el cómic habla por sí mismo, es una lectura muy recomendable, amena, entretenida, profunda y de superhéroes. ¿Qué más puedes necesitar?
Portada completa y una de las páginas del cómic en cuestion