Crítica de “Mad Max: Furia en la Carretera”, el estupendo regreso de George Miller y el loco Max

“Mi vida se apaga, la vista disminuye. Lo único que queda son los recuerdos. Yo recuerdo un tiempo de caos, de sueños hechos polvo…esta tierra asolada. Pero lo mejor que recuerdo es al guerrero de la carretera, el hombre a quien llamábamos Max”. 

Tom Hardy en Mad Max: Furia en la Carretera
Así, con las líneas de la entrada, es como George Miller abrió lo que fue “El guerrero de la carretera” (1981), la secuela de su genial creación “Mad Max” (1979), el metraje que dio a conocer al mundo a un muchachillo criado en Australia quien respondía al nombre de Mel Gibson (y aún lo hace). También el legado del maestro Miller, y el más importante, fue que su cuento apocalíptico se convirtió en mito al pasar de generación en generación hasta nuestros días. Esta saga alcanzó su apoteosis, por historia y personaje, precisamente con la secuela mencionada, así que una nueva versión de su obra maestra se hacía más que necesaria.
Con un mundo en constante cambio, donde el papel de la mujer es mucho más preponderante en la actualidad que en los 70’s y 80’s, había por ende, que conseguir una dualidad protagónica en la película, que conllevara el papel de una mujer guerrera con cualidades similares a las de “Max”: intrépida, decidida al combate, con objetivos inmediatos muy claros, pero también con un pasado lacerante, que lastima, que deja resquemores constantes.
El malo de Mad Max: Furia en la Carretera
Immortan Joe en Mad Max: Furia en la Carretera
En esta búsqueda de equilibrio fílmico, George Miller diseñó el personaje de “Imperator Furiosa” (CharlizeTheron), una integrante de la comunidad de “La Ciudadela” con rango superior, quien se convierte en disidente al escapar con las 5 parideras de “Immortan Joe” (Hugh Keays-Byrne). Con un look a rape y ropas punketeras, “Furiosa” tiene el objetivo de llevarlas al “Lugar Verde de Muchas Madres”, el paraíso terrenal del que ella misma formó parte tiempo atrás y del cual también es originaria.

Esto, claro, sirve como detonante de la trama, comenzando la persecución frenética por parte de las huestes de “Immortan Joe” para dar alcance al grupo de las 6 mujeres. Todo un frenesí de velocidad, motores, hierros retorcidos, testosterona, progesterona, desierto y polvo se hacen presentes al ritmo de riffs heavymetaleros. Un hermoso día en la mente de George Miller.
Los enemigos de “Max” y “Furiosa” se cuentan por varios: el ejército de los medio-vivos de “Immortan Joe”, las tribus de “Ciudad Gasolina” y “Granja de Balas”, además de los carroñeros de la carretera, “Los Buitres”. El espectáculo del maestro australiano está garantizado, quien además agrega un plus: la existencia de los kamikazes, grupo élite guerrero de “Immortan Joe”, jóvenes temerarios que arriesgan su vida al son de la frase “sean mis testigos”.

Parideras de Mad Max: Furia en la Carretera
Las parideras de Immortan Joe

Miller homenajea su trilogía original con la inclusión de Hugh Keays-Byrne, en memoria del pérfido personaje que éste interpretó en Mad Max, como el “Cortadedos” (o “Toecutter”en inglés), el terrible líder pandillero responsable principal de la muerte de la familia Rockatansky (exceptuando “Max”, claro). Ahora como “Immortan Joe”, un ser vivo a medias, gobernante de “La Ciudadela”, tirano que mantiene a su tribu viviendo de migajas en las peores condiciones humanas. El mayor tesoro de “Immortan” son sus 5 parideras, siendo su favorita “The Splendid Angharad” (la guapa Rosie Huntington-Whiteley), quien lleva en sus entrañas al hijo de “Joe”, el potencial primer “vida-completo” de la genéticamente retorcida familia del avejentado dictador.
Y no podíamos soslayar al actor quien interpreta al personaje epónimo de la película que hoy nos toca: Tom Hardy. El maestro Miller confesó en una entrevista que eligió a Hardy porque “tenía la misma cualidad que Mel Gibson, que era carisma y presencia. Tom tiene una energía muy masculina, de mucha testosterona, pero al mismo tiempo es capaz de ser gentil y suave, de ser accesible, aunque misterioso al mismo tiempo”. ¡Exacto, George Miller! La idea elemental del personaje está ahí, es decir, el arquetipo está presente, sin embargo, Tom tiene una notable capacidad transformadora como histrión, tanto, que transmite al espectador sensaciones diferentes a como lo hacía Mel Gibson; tal vez Hardy (vease “La Entrega“) es menos perturbador y oscuro, con un dejo de que el alivio y la redención están más próximos.

Charlize Theron en Mad Max: Furia en la Carretera
Max y Furiosa

La protagónica femenina del film, Charlize Theron, no sólo es el sano contrapeso de Hardy, sino también significa para ella, este papel, su consolidación como heroína de acción. Theron arriesga con su imagen y consagra su actuación al dar vida a “Furiosa”, un personaje lleno de pesadumbre e inquietud, algo para lo que Charlize se pinta sola y las escenas de acción, que son varias, las solventa satisfactoriamente. Charlize Theron es, hoy más que nunca, precisa, resuelta y furiosa.
George Miller tiene otros buenos films, pero en definitiva su trilogía original del guerrero de la carretera es su mayor logro, agregando una joya más a esa monumental corona con Mad Max: Furia en la carretera, convirtiéndose ahora en una tetralogía de leyenda en la historia del cine. Esperemos que el maestro australiano nos lleve nuevamente por el camino de las tierras desoladas con una quinta entrega.

Sigue a De Fan a Fan en redes sociales

Archivado como: 

Compartir

Continua en De Fan a Fan

También te podría interesar