Siempre que nos encontramos ante algo novedoso, de verdad novedoso y que resulta fascinante, este hecho comienza a grabarse permanentemente en la memoria. Sin que exista la posibilidad de desecharlo, esta ópera prima de Ilya Naishuller corre en este sentido para dejar registro de un ejercicio cinematográfico que resulta por demás, refrescante y frenéticamente divertido.
Ante el incesante torrente de películas basadas en otras ideas de distintas fuentes, no cabe más que resignarse a empacar en las pupilas cosas que terminan dejando una sensación de “sí, está bien, pero ¿y qué más?”; lo vacío que resultan algunas propuestas taquilleras dejan un sabor amargo, desértico en el campo de las ideas y de vez en cuando llega un tipo audaz que desafía al pastor.
Uno de estos chicos bien podría ser Ilya Naishuller, un moscovita que hace su debut cinematográfico como director de largometrajes. Previamente tuvo una peculiar iniciación detrás de cámaras con el cortometraje llamado “Biting Elbows: Bad Motherfucker” (2013), una hiperquinética propuesta violentísima llena de hemoglobina y que le valió para ser tomado en cuenta para proyectos más grandes, como es el caso de “Hardcore Henry”.
Es cierto, si hablamos de originalidad, en estos tiempos es muy difícil encontrar un inicio claro, pues ante el infinito universo de creación humana (tan sólo en el campo cinematográfico), encontraremos siempre reminiscencias de algo en una propuesta que en lo general es nueva, es ineludible, pues no dejan de existir similitudes en el pensamiento de todos los que habitamos este Tercer Planeta del Sistema Solar.
Casi siempre intentamos crear desde ciertas bases, ciertas estructuras ya preestablecidas; lo importante, creo yo, es conjuntar esas dos o tres ideas ya vistas que pueden articularse y crear
juntas, entonces sí, una obra nueva, que marque un parteaguas dentro de su campo. Y éste es el caso de
Naishuller, que
tuvo el tino de armonizar varias propuestas en un solo sentido: su ópera prima, “Hardcore Henry”. |
Escenas de vértigo en Hardcore Henry |
El entorno gamer está claro, con el
FPS (
“First-Person Shooter”) que utilizan diversos videojuegos en su desarrollo, para llevar a cabo la
acción en primera persona, es decir, desde el punto de vista (
todo el tiempo) del protagonista principal (
perspectiva subjetiva). Dicen los entendidos del campo gamer que
“Hardcore Henry” tiene un estilo similar al juego “Left 4 Dead”.
Para lograr la acción en primera persona, Naishuller se valió de las cámaras GoPro (invención de Nick Woodman), que tienen la importante característica de ser portables completamente (en el hombro, en la visera, en el manubrio de la bicicleta, en tu tabla de surf, etc.) y lo mejor es que las fotografías que tomas resultan ser tan buenas como las de un profesional. ¡Qué ideal!
La acción al estilo hongkonés también tiene que ver en esta admirable obra de Ilya Naishuller:
Mezclando ciertas formas de la brillante etapa de John Woo en Hong Kong, los balazos y la sangre “hard boiled” se dan al por mayor, combinados espléndidamente con un vibrante estilo hi-tech (la hiperquinética movilidad de la cámara y una edición que te dejarán sin aliento, son los mejores ejemplos).
Como todo, nosotros vamos al cine a que nos cuenten una buena historia, antes que ver desarrollos de última tecnología e Ilya no perdió de vista este fino detalle (que en la actualidad muchos con grandes presupuestos para sus películas pasan por alto), porque, aunque su historia es sencilla, ésta despierta el interés del espectador desde el inicio y es un camino del que ya no te quieres apartar una vez comenzada la función.
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Haley Bennett |
¿Y bueno de qué trata básicamente “Hardcore Henry”? Pues bien,
“Henry” (
Andrei Dementiev) viene a ser el experimento de un desarrollado sistema de reconstrucción de tejido muerto, para convertirlo en un cyborg. La esposa de
“Henry”,
“Estelle” (
Haley Bennett, con un cierto aire a Jennifer Lawrence), bioingeniera del proyecto, es la encargada personal de la reconstrucción cibernética de su marido, pero
“Akan” (
Danila Kozlovsky),
CEO de
“Akan Industries”, secuestra a
“Estelle” por oscuros motivos que llevan a
“Henry” a iniciar su
frenético periplo con el objetivo principal de rescatar a su esposa.
Cabe destacar también las espectaculares escenas de parkour que “Henry” ejecuta (el trabajo de los stunts fue simplemente sensacional) durante el desarrollo del film y que desde la perspectiva en primera persona hacen de aquéllas una verdadera delicia para los amantes de la acción.
Así pues, el moscovita Ilya Naishuller ha iniciado con el pie derecho su camino cinematográfico, dejando gratas sensaciones de que no se detendrá ahora que ha encontrado el sendero de la diversión y la acción cinematográficas a este nivel. Ha resultado una proyección maravillosa: definitivamente presente en la memoria.