Con Frozen 2, Disney nos lleva de nuevo al reino de Arendell para vivir una nueva aventura junto con Elsa, Anna, Kristoff, Olaf y Sven.
En ella, descubriremos las respuestas a los enigmas planteados en la anterior entrega: ¿Por qué Elsa tiene poderes? ¿Cuál era el temor que tenían sus padres a que los usara? Y además de esto, mucha magia, precisamente el ingrediente que le faltaba a la anterior entrega, muy centrada en el elemento romántico y demasiado quizás en Elsa. Aquí se muestra un guion mucho más inteligente, ahondando más en cada personaje y sin duda, es la música lo que hace que Frozen 2 se eleve por encima de su entrega precedente.
Con Frozen 2, el relato se inicia tiempo después de lo que vimos hace unos años, con un reino en paz, pero con Elsa llena de dudas y que escucha constantemente una llamada desde el interior del bosque. Mientras tanto, Anna y Kristoff se encuentran pendientes de dar el siguiente paso en su relación y no tardan en unirse a Elsa en su búsqueda. Es en este punto cuando la película empieza y se muestra como lo que es, un relato más adulto que nos lanza una propuesta más atrevida, especialmente de cara al público. Seguro que a más de uno le asalta la duda de para qué público va dirigida. Porque el relato lo que nos narra es un viaje iniciático para mostrarnos que creíamos saberlo todo, pero no, casi se puede decir que esta película es mitad primera parte mitad continuación de algo.
Elsa y Cía. tendrán que ir hacía lo desconocido (Into the Unknown o como se ha traducido aquí ¡Mucho Más alla! |
Y Disney aquí se desenvuelve estupendamente, con una banda sonora brillante, unas canciones como Into the Unknown que nos retratan perfectamente la psicología y los sentimientos de los personajes y sobre todo centrándose más en el elemento mitológico, ya que Frozen es una adaptación de un cuento de hadas de Hans Christian Andersen, y desde luego, en todo momento podemos ver paralelismos entre la épica que nos muestra y la que podemos ver reflejada en la obra de Tolkien. Para quien esto escribe, Frozen 2 refleja precisamente esos momentos en los que Disney es brillante, cuando apuesta fuerte por hablar de temas puramente adultos como la soledad, el miedo a la diferencia, la xenofobia, y también, la muerte, porque esta hace acto de presencia provocando las lágrimas del redactor de esta crítica.
Aquí no solemos poner estrellas ni puntuación, si lo hiciésemos, sin duda se merece las cinco estrellas más grandes que haya, porque conmueve, emociona, te entran ganas de bailar en la butaca, te provoca risas y ternura. Una sorpresa muy grata y sin duda, de lo mejor que he visto este año en la pantalla grande. Quizás la van a disfrutar más los mayores que los pequeños.