Claymore [Ilustres Animes Olvidados Vol. 8]
Una cosa en la que destacan los animes antiguos es en su representación libre de la violencia, una época en la que se podían desarrollar las historias con una crudeza visceral y realista. Animes enfocados a un público adulto en el que la censura era menos estricta, esto daba lugar a que los temas oscuros como el abuso, la venganza o la muerte se desarrollaran de una manera realista y sin restricciones por la sangre derramada… algo que se agradecía porque eran animes que se sentían vivos, excitantes y creíbles (como ocurre con Death Note, Gurren Lagann o ‘Elfen Lied’ por nombrar algunos).
Uno de estos animes que contenía una trama sombría, y que tras su halo de fantasía oscura escondía una narrativa profunda y emocional, es Claymore. Una serie madura, efectiva y brutal, que se arriesga a introducirse en el abismo de la maldad inherente a los hombres, una maldad representada en pantalla por los demonios Yoma.
La historia de Claymore nos coloca en un mundo medieval, deprimente y sombrío, que es atormentado por una raza de demonios conocidos como Yoma. Unos monstruos que son capaces de cambiar de forma y disfrazarse como humanos, una facultad que les permite infiltrarse en los pueblos para poder alimentarse de las entrañas de las personas. Una organización, tan tenebrosa como los Yoma, ha creado guerreros con habilidades especiales para combatirlos. Son individuos, normalmente mujeres, que han sido mezclados con la piel y la sangre de los Yoma. Estas caballeras, llamadas Claymore, tienen una fuerza sobrenatural, habilidad para cambiar de forma y recuperarse rápidamente de sus heridas. Para sus batallas cuentan con espadas especiales que les permiten identificarlos y atravesar sin piedad los cuerpos de los Yoma.

Claymore es un manga de fantasía oscura escrito e ilustrado por Norihiro Yagi. El estudio Madhouse se encargó de trasladar a la pantalla la historia, en una serie de veintiséis episodios de anime. Está dirigida por Hiroyuki Tanaka y cuenta con una banda sonora compuesta por Masanori Takumi. La serie adapta los once primeros volúmenes de su material de origen, aunque como sucede en muchos animes (una tarea que en muchas ocasiones suele acabar con un final insatisfactorio), utiliza un final alternativo al del manga. Actualmente puedes disfrutar de esta brillante serie en la plataforma de Netflix.
Uno de los puntos por los que destaca la historia es la dualidad mística que tienen los personajes de Claymore, adoradas y temidas como ángeles aniquiladores cuya única misión es matar a los Yoma. Heroínas que despiertan dudas y temores entre los humanos, a los que ven como una aberración monstruosa, sin embargo, son las únicas capaces de acabar con los peligrosos demonios. Esta dualidad consigue ahondar en la ignorancia del ser humano para temer siempre a lo diferente, aquello que está más allá de la compresión o de lo deseable, se convierte en desconfianza y se desecha, aunque las Claymores sean nuestra última esperanza para salvarnos, son marginadas de la sociedad porque no encajan en la visión de cómo debe ser un ser humano.
La serie tiene una acertada atmósfera medieval, un tono sombrío y deprimente que logra sumergirte en las emociones dramáticas en las que viven los personajes. Una ambientación lúgubre, con paisajes «pesadillescos» y seres monstruosos y sádicos que devoran carne humana. Una trama retorcida e inquietante, convierten al anime en una experiencia madura, salvaje e intensa, que es una auténtica delicia para los fans de la fantasía oscura.

Claymore nos presenta personajes complejos y aterradores, en la que destaca su protagonista, Clare. Es una heroína atípica, que sufre, sangra y está marcada por la pérdida y el deseo de redención. El anime logra crear una trama fascinante gracias a un lore bien construido y unos antagonistas brutales y crueles. Su narrativa inteligente logra mostrarnos una evolución emocional de los personajes bien trabajada. Con la que consigue realizar un diseño de personajes inolvidables de esos que siempre llevarás contigo en los recuerdos. Cada Claymore tiene su personalidad, sus habilidades particulares y su propio estilo de lucha que los hacen únicos. También el diseño de los Yoma está bien perfilado, logrando que resulten terroríficamente amenazantes. Todos estos aciertos consiguen enriquecer la historia y desarrollar un mundo fantástico, atractivo y fascinante.
En definitiva, Claymore es un anime que se disfruta de principio a fin, con una propuesta arriesgada, visceral y de una disfrutable violencia explícita. Una acción estilizada, feroz y sangrienta, en la que las batallas entre Claymores y Yomas están coreografiadas con fluidez mediante un ritmo apasionante. Aunque tiene un final algo apresurado (porque el anime se desvía del manga en sus últimos episodios), estamos ante una joya de la fantasía medieval oscura.
Una experiencia turbadora que te hará disfrutar por su crudeza, sus altas dosis de violencia y la riqueza de detalles del mundo que nos presenta. Con una fuerza dramática y melancólica que logra conquistarte desde sus primeros episodios. Una narrativa fluida que describe con equilibrio el arco evolutivo de los personajes, creando una mitología interesante y cautivadora. Una protagonista fuerte, que sangra, sufre y transpira una belleza poética seductora, convirtiéndose en una de las mejores representantes de las figuras atormentadas que ha dado el anime. Repleta de secuencias de acción sangrienta, Clare no muestra piedad a la hora de matar Yomas, siendo una de las últimas representantes de la libertad de la violencia, que alza su espada Claymore al cielo para desgarrar nuestras emociones con su magnífica historia cruda, visceral y realista.
