Jessica Lange vuelve a ponerse a las ordenes de Ryan Murphy en una historia ambientada en los años cincuenta para ofrecernos nuevas tramas de American Horror Story, serie que esta temporada nos presenta un circo de rarezas bajo el nombre Freak Show.
Todavía con un sabor amargo tras la exitosa pero, a mi parecer, fallida entrega titulada “Coven”, nos llega la cuarta temporada del macabro show de Ryan Murphy, y aunque en este primer episodio utilizan suficientes elementos como para atraer a todos los que disfrutamos enormemente con “Asylum” (la segunda temporada de AHS), no confiare en el show hasta ver más episodios.
Dicho esto, tengo que aclarar que el primer capítulo “Freak Show” me ha dejado un mal cuerpo tremendo debido a su mezcla de tensión, imágenes bizarras y mensajes estremecedores, algo que suma puntos a esta serie que parece querer contentar a los fans que perdió con su anterior temporada, la cual, irónicamente ha sido la que mayor audiencia ha tenido hasta la fecha.
El motivo, puede ser que en Asylum y en Freak Show se tocan temas demasiado incomodos en comparación con Coven, y aunque esto pueda echar para atrás a algunos, tengo que decir que el show promete emociones fuertes al margen de las que ya vemos en este primer capítulo.
Paulson clava a su personaje, una siamesa con dos personalidades opuestas |
En Freak Show conocemos a Elsa Mars (Jessica Lange), una mujer madura que ha reunido a un grupo de rarezas pertenecientes a diferentes lugares del mundo y que, a pesar de ofrecer un espectáculo original y sorprendente, está padeciendo una enorme crisis que la obliga a reinventarse constantemente.
Afincados temporalmente en el pueblo de Júpiter, Elsa se pondrá en contacto con unas gemelas siamesas (interpretadas magistralmente por Sarah Paulson) a las que acaban de encontrar junto al cadáver de su madre.
Tratadas como la rareza que son, Dot y Bet manifiestan personalidades muy diferentes y son vistas por Elsa como una oportunidad de remontar su negocio, aunque claro está, primero tendrá que enfrentarse a la acusación que amenaza con inculpar a las siamesas y que se entremezcla con unos horribles crímenes (acompañados de secuestros) a los que nadie encuentra explicación y de los que somos testigos privilegiados.
Dichos crímenes están siendo perpetrados por un tipo caracterizado como un payaso infernal, y es solo uno de los muchos asesinos a los que conoceremos en este episodio.
El trabajo en maquillaje es espectacular |
Dentro del circo, conoceremos al personaje de Evan Peters, un chico con deformidad en sus manos que ha resultado todo un seductor pese a sus “particularidades”, y aunque estas no le permiten consumar sus deseos, ha encontrado la forma de saciar sus instintos sexuales ofreciendo un servicio que sorprenderá debido a la época en la que se ambienta la serie, y que nos hace pensar en el estudio sobre sexo del Dr. Masters en la serie “Masters of Sex”.
Además de Elsa, las gemelas y el chico con manos de cerdo, también nos encontramos con otras rarezas: la mujer más pequeña del mundo, interpretada por la persona que realmente ostenta ese record; Pepper, una joven a la que conocimos en Asylum y que interpretada por la modelo Naomi Grossman repite como afectada por un síndrome que deforma la cabeza, el hombre ostra y otras criaturas que iremos conociendo poco a poco y que están bajo el control de Ehtel Darling, la mujer barbuda a la que da vida Kathy Bates.
Evan Peters y el hombre ostra |
Todos forman una familia con secretos oscuros que esperamos ir conociendo semana tras semana, y aunque la duda de la calidad penda de un hilo sobre el show, hay que admitir que este episodio, tanto por su increíble trabajo de caracterización (todas las rarezas son sorprendentes, pero las siamesas con telepatía a la que interpreta Paulson se lleva la palma), de ambientación (mucho más complicado que en Asylum por usar escenarios abiertos) o el musical (con una genial interpretación del tema “Life on Mars” de David Bowie por parte de Jessica Lange) hacen de American Horror Story Freak Show un producto a seguir muy de cerca ya que todo lo que ofrece contiene sorpresas que, evidentemente, no os desvelaremos.