Tal vez dentro de unos años veamos a los videojuegos dentro del programa del COI. De momento, sólo se trata de una propuesta lanzada al aire por parte de Rob Pardo.
El que fuera desarrollador de Blizzard y uno de los creadores de World of Warcraft, considera que los videojuegos reúnen los requisitos necesarios para en un futuro formar parte de los Juegos Olímpicos. “Creo que si observas a los deportes electrónicos como una actividad de habilidades sumamente competitivas y a los jugadores profesionales que participan en ellos, te darás cuenta de que sus reflejos son muy veloces y toman muchas decisiones en poco tiempo”, declaró, entre otras cosas, en una entrevista a la ‘BBC‘.
Pardo ve a los eSports como una disciplina deportiva más al lado del tiro con arco, el atletismo o la hípica. Eso sí, los trámites para formar parte del programa olímpico exigen de una dedicación exhaustiva más allá de unas manifestaciones públicas. Sirvan como ejemplos los casos del golf y el rugby, que volverán a los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro después de mucho tiempo de ausencia. El deporte de Sergio García regresará tras 112 años, mientras que el rugby tras 92. Entrarán en el lugar del béisbol y el softbol. En el cómputo global Río de Janeiro contará con dos deportes más que Londres, un total de 28. Es decir, que hay dos modos de acceso, mediante sustitución o ampliación. Ambos dos parecen lejos de ser una realidad para los videojuegos, en cualquier caso. Los avances desde los primeros Juegos Olímpicos de la modernidad en 1986 han sido muchos, ya que por aquel entonces en Atenas sólo hubo nueve deportes. Lo de incluir a los eSports sería ir un paso más lejos.
Eso sí, las palabras de Pardo han abierto un debate impensable hace años y el diseñador ya cuenta con algunos simpatizantes, pero, sobre todo, con una legión de detractores. Al frente de estos segundos figura John Skipper, presidente de la ‘ESPN’, y cuya cadena emite en directo competiciones de eSports. No obstante, Skipper compara a los videojuegos con el ajedrez o las damas y no con un deporte real en sí, al no encontrar tantas similitudes como Pardo. En parte su evolución sí guarda semejanzas con el deporte. Los videojuegos también nacieron como un modo de entretenimiento más. Con el tiempo el concepto inicial se ha alterado. Ahora existen jugadores profesionales y campeonatos de prestigio, como el Red Bull Battle Ground, a los que uno no se puede presentar sin entrenamiento, dedicación y traer de cuna unas aptitudes físicas y mentales.
Lo que es seguro es que dentro de la consola los videojuegos relacionados directamente o indirectamente con el deporte gozan de mucha salud. Sagas legendarias como Collin McRae, Street Fighter, Mario Kart, FIFA, Pro Evolution Soccer o NBA siguen causando furor entre todas las generaciones y no parecen contar con fecha de caducidad. Los clásicos siguen estando de moda, de ahí que sus creadores se esmeren por superar con la secuela futura a la anterior. De hecho, la mayoría de estas sagas disponen de versiones adaptadas a los móviles de última generación. El éxito está garantizado con el título, así como el estándar de calidad.
Al igual que estos videojuegos, es increíble el “boom” de las apuestas online tanto desde el PC como desde dispositivos móviles. Su crecimiento avanza a pasos agigantados y son muchas las casas de apuestas que ofrecen distintos tipos de apuestas combinadas para que podamos mezclar pronósticos de distintos deportes. Los Juegos Olímpicos también han caído al encanto de las apuestas. Por lo que, ¿llegará el día en el que apostemos por una disciplina como la de los videojuegos dentro de los Juegos Olímpicos?