Aunque no lo creáis, tengo interés en que Gotham se convierta en una gran serie, y aunque de momento, y tras ver el primer episodio, no dude del potencial que tiene el producto, tengo que decir que la segunda entrega de la serie también deja un sabor agridulce.
El secuestro de niños siempre es un tema atrayente |
En el segundo episodio de Gotham, asistimos al nuevo caso que investigan James Gordon (Ben McKenzie) y Harvey Bullock (Donal Logue), una supuesta trama de secuestro de niños que parece no importarle a mucha gente.
Con la joven Selina Kyle (Camren Bicondova) y uno de sus amigos como los dos únicos chicos que parecen haber escapado de una pareja de secuestradores, la trama ira combinando tanto el desinterés de la policía (algo que parece que será una constante en el show) como los intereses políticos del alcalde (Richard Kind) de la ciudad o los de un grupo de empresarios sin escrupulos que parece trabajar para un tal “Dollmaker” (el Hacedor de Muñecas), un villano del universo DC que somete a la gente a duros tratamientos estéticos cercanos a la “plastinación” (lo que se le hacía a los cuerpos de fallecidos en la exposición “Bodies”) y que también ha tenido su momento de gloria en la serie Arrow.
Como es de esperar, Gordon manifiesta todo su interés en solucionar el caso, y tras dar un primer golpe los miembros de la organización criminal que está detrás de ello, conseguirá detener a la parte visible de este malvado plan que, Dios sabrá, cuántas vidas juveniles se habrá cobrado.
El caso se destapa debido a la muerte de un vagabundo |
Además de esto, en el capítulo vemos como Oswald Cobblepot (Robin Lord Taylor) vuelve a Gotham pese a la amenaza que se cierne sobre él y el peligro que representa para James Gordon tras desobedecer las órdenes de Carmine Falcone (John Doman), un tipo que pese al peligro que manifestaba en el anterior capitulo, ahora actúa de forma más violenta dejando claro quién manda en Gotham.
En cuanto a Bruce Wayne (David Mazouz), vemos como el chico empieza a manifestar anomalías, y vuelve a mostrarse una relación entre él y Gordon que, sinceramente, tiene menos credibilidad que el hecho de que la prometida de este último, Barbara Kean (Erin Richards), denuncie por teléfono lo que le cuenta su novio en privado.
Fish parece pasar página rápidamente pese a haber estado a punto de matar a la pareja de detectives protagonistas. |
Sinceramente, si no fuera porque usan nombres de sitios y personajes que todos los fans del hombre murciélago reconocemos, la serie no aportaría nada a la parrilla, y aunque confiamos en que la cosa vaya mejorando (ya se adivinan la presencia de otros villanos más “carismáticos” como “El Espantapajaros” o Victor Zsasz) el show de Fox tiene por delante una dura tarea para mantener el interés de los fans, algo para lo que no les bastará tener a una chiquilla con parecido Michelle Pfeiffer (que hace suyo el cliffanger final del episodio al hablar sobre el asesino de la familia Wayne) , un forense que habla con acertijos (Cory Michael Smith en el papel de Edward Nygma) y un entorno que incluye el carismático Asilo Arkham, el cual parece que cobrará mayor protagonismo a partir del cuarto capítulo.