Crítica de “Leviatán”, un sobrecogedor relato sobre políticos corruptos y ciudadanos luchadores

Esta es una historia sobre la corrupción y la indefensión de los ciudadanos ante el inmenso poder del Leviatán que es el Estado. Una historia que es universal, compartida por todos, y que ahora está de plena actualidad.
Crítica "Leviatán"
Cualquiera que se pare durante dos horas y media casi a ver esta película, no evitará sentirse sobrecogido y empatizar con lo que le ocurre a Kolya, el protagonista de la cinta. Puede pensarse que es un relato ruso, sobre la sociedad de una parte del país, pero como ya digo, los hechos pueden repetirse en cualquier rincón del globo. Y es que este hombre llamado Kolya solo quiere trabajar y sacar adelante a su familia. Vive con su segunda mujer y su hijo Roma en una pequeña ciudad portuaria al norte de Rusia, lejos de la capital, como en un universo aparte. Un lugar en el que todo está controlado por un déspota, corrupto y desalmado alcalde llamado Vladim. Este individuo que mancilla la vocación política del servicio al ciudadano, quiere expropiar la finca familiar de Kolya para construir un centro de comunicaciones, sin importarle lo que le suceda a él y a su familia.
Kolya intenta luchar contra los elementos, acudiendo a Dmitri, un amigo suyo de años atrás que ahora es abogado. Ambos intentarán impedir que Vladim se haga con la finca a golpe de medida dictatorial, pero no son conscientes de que este hombre, representante del opresor Leviatán (una criatura de gran tamaño) estatal, no cejará en su empeño de mantener su cortijo particular en esa humilde localidad, con la ayuda de los jefes de policía y de la jueza local por supuesto. Una pequeña ciudad donde los ciudadanos no tienen ningún tipo de derecho, salvo la obligación de pagar impuestos para mantener a estos corruptos que les gobiernan. Y no podemos olvidar las vinculaciones que hay en el film entre el poder político y eclesial, pues el representante local de la Iglesia Ortodoxa es muy consciente de las corruptelas de Vladim, podría decirse incluso que las bendice mientras estas repercutan en un beneficio particular para él, como el de construir una nueva iglesia ostentosa que refleje el poder de su particular Dios, un Dios que no es ni mucho menos el del resto de las personas.
Fotograma político corrupto "Leviatán"
El poder, en esté caso, también es un ser “grandote”

Más allá de las identificaciones políticas que podamos encontrar en el relato, hallamos un trasfondo humano que contiene un alto nivel trágico. Porque ante todo, Leviatán (Leviathan) es una poderosa historia humana. Y hablamos del amor, un amor que duele, que tiene dudas, un amor que es capaz de perdonar los pecados del otro. Kolya es capaz de perdonar a su mujer Lilya su infidelidad; pero Roma, el hijo adolescente sumido en esa difícil época de la ebullición hormonal, no ve con buenos ojos a esta mujer que no demuestra amor ni cariño hacia su padre, y sobre todo no ve bien que ella intente sustituir a su madre fallecida.
Ganadora en el reciente Festival de Cine Europeo de Sevilla de un premio a la Mejor Fotografía, y nominada a los próximos Globos de Oro y a los Oscar en la categoría de Mejor Película en lengua extranjera respectivamente, Leviatán es una muestra de cómo el Cine puede alcanzar altas cotas de realismo, de cómo en ciertas ocasiones podemos estremecernos porque vemos reflejadas cosas que, en cualquier momento, podrían llegar a pasarnos a nosotros. Una cinta que no dejará a nadie indiferente y que podéis disfrutar en cines españoles desde el 1 de enero de 2015.

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