Crítica de ‘Godzilla: Rey de los Monstruos’: El dios lagarto vuelve a Hollywood
Con Godzilla: Rey de los Monstruos… ¡Vuelve el titan! Regresa todo su poder, toda su fuerza, y de forma aun más bestia que en películas precedentes. El estudio Legendary, de propiedad china, apuesta firmemente por el género Kaiju Eiga en lo que se está conformando como un universo de monstruos, donde los seres humanos tendremos que elegir: si estamos con ellos, o contra ellos. Porque si algo queda claro en esta película es que Godzilla está de nuestro bando…de momento. Y también queda claro que es el Rey…de momento. Lo cierto es que lo que empezó hace cuatro años con aquella película dirigida por Gareth Edwards y protagonizada, entre otros, por Bryan Cranston (Heisenberg en Breaking Bad) es que estos colosos de la destrucción han venido para quedarse.
De momento este film lleva más de 290 millones recaudados, una cifra que no está mal, pero que para el estudio ha sido sorpresiva ya que esperaban más. Desconozco si el film ya se ha estrenado en territorio asiático, pero claramente es una película realizada y pensada para ese público en concreto, pues en Europa hay pocos fans de este género. De momento, el estudio ha anunciado que el rodaje de Godzilla vs Kong se retrasa y se cambia la fecha de estreno de cara a hacer algo mejor. Por nuestra parte, a partir de este viernes 21 de junio, podremos disfrutar en las salas de este nuevo duelo del lagarto gigante contra otros titanes que no se lo van a poner nada fácil.
Partiendo de los acontecimientos ocurridos en San Francisco en la anterior película, Godzilla: Rey de los Monstruos nos sumerge en la vida de Emma (Vera Fármiga, Expediente Warren) y de su hija Maddison (Millie Bobbie Brown, Stranger Things) que atraviesan por un momento personal complicado. Emma es una científica que desarrolla un sistema sónar con el que captar los sonidos de los titanes para así poder comunicarse con ellos., pro un terrorista llamado Alan Jonah (Charles Dance, Juego de Tronos) tiene otros planes relacionados con ese invento: el comienzo de un apocalipsis para devolver el equilibrio natural al planeta. Nada más diré de la trama, porque el resto hay que descubrirlo por uno mismo viendo la película.
Por mi parte solo diré que es una película que se disfruta plenamente. Quizás lo único que le puedo achacar es la duración, un tanto excesiva, y se añora un mayor equilibrio de la acción para no saturar con demasiada destrucción seguida. Independientemente de esto, Godzilla: Rey de los Monstruos sigue siendo consciente de lo que es: un producto palomitero divertido con el que pasar un buen rato. Eso lo consigue y hay muchas veces que eso es suficiente y no es necesario pedir más. Lo que está claro es que la película abre un buen espectro de ideas para futuras entregas, solo falta que no se caiga en la tentación de intentar hacer guiones rebuscados o complicados. Godzilla solo necesita repartir leña, nada más. Hagan cosas sencillas y se agradecerá. Desde luego, sigue siendo el Rey de los Monstruos.