Crítica de Wicked City (1987) [Ilustres animes olvidados Vol. 7]
Repasamos en esta sección una de las películas míticas de anime de los años 80, Wicked City. Un film violento, honesto y extremadamente entretenido. Gracias a un ritmo vertiginoso apoyado en unas escenas vibrantes y absorbentes. Quizás este film haya sido eclipsado por otras producciones más conocidas, que tuvieron más éxito y gozan de mayor fama, como Akira o El Puño de la Estrella del Norte (de la que hablaré en esta sección en algún momento). Wicked City no está lejos de la calidad y violencia de estas últimas, manteniéndose como un pequeño gran clásico de la animación nipona.
La trama de Wicked City nos cuenta como las criaturas demoníacas vienen a nuestro mundo a través de una dimensión paralela. Un fenómeno que ocurre desde hace varias décadas, por ese motivo, se crea un cuerpo especial encargado de acabar con los demonios invasores: Los Guardias Negros. Renzaburo Taki, uno de los más eficientes Guardias Negros, es el principal encargado de que las negociaciones de paz, entre el gobierno y los jefes de la dimensión paralela, transcurran sin ningún altercado. Pero no todo el mundo está dispuesto a que se produzca la paz entre ambos mundos. Es aquí donde Renzaburo tendrá que demostrar su valía para que las negociaciones salgan adelante.
Nos encontramos ante una historia futurista, situada en el Tokio de finales del siglo XX, que cuenta con abundantes elementos tecnológicos y poderosos rascacielos envueltos en una noche eterna. Una trama que utiliza los códigos del género Noir para desarrollar una aventura que mezcla misterio, crímenes y asesinatos. Donde los humanos tratan de coexistir con una raza superior de seres demoníacos, unos seres capaces de adoptar forma humana y mezclarse sin ser detectados para cometer sus atroces actos criminales.
Su diseño y su arte conceptual es exquisito, sus imágenes siguen siendo impresionantes (aún a pesar del tiempo), con un refinado estilo gráfico capaz de estimular todas las dimensiones de la emoción e irradiarlas sobre la piel de los espectadores. Siendo destacable la riqueza mitológica con la que se construye este mundo fantástico, oscuro y decadente. Una alegoría en las que se apoyan las líneas dramáticas de este tipo de animes y que siempre resultan fascinantes.
La agilidad de su argumento que es dinámico y directo, permite que no haya baches que nos aburran, sostenido por un ritmo que es capaz de mantener el interés mientras dura la película. Aunque como típico film de los años 80, los personajes son bastante planos, sí que resultan interesantes las habilidades desplegadas por los demonios. Pero el protagonista, Taki Renzaburo, si tiene ese garbo de héroe rebelde, cínico y macarra, como los intensos actioner que dominaban la pantalla durante esa época.
Otra de las cualidades de Wicked City es su estética de cine Tecno-Noir, que le da la oportunidad de brillar gracias a sus escenarios oscuros, deprimentes y futuristas. Su atmósfera opresiva y recargada por la eterna noche, producen una sensación de desasosiego y tensión que va calando en el ánimo del espectador. A ello se suman los litros de sangre, las imágenes desagradables de los asesinatos y las transformaciones de los demonios que resultan aterradoras. Que convierten a la película en un festival del mejor cine de acción-terror, que mezcla con un pulso estimulantemente divertido el gore, la fantasía y la ciencia ficción (para quien le guste este tipo de género animado).
Wicked City está repleta de instantes inolvidables, con secuencias de salvajes combates y duelos memorables, una apasionante violencia que burbujea entre la maldad y el horror, un ritmo trepidante que te anima a pelear junto al protagonista, y que contiene un destacado giro de guion que nos depara un final apoteósico, con una lucha sobre un tejado para la posteridad.
En definitiva, Wicked City nos presenta una trama entretenida, ultra violenta y absorbente. Una sugestiva historia de fantasía sobrenatural en la que las pesadillas, el terror y los monstruos se combaten con una brutalidad encarnizada en la que está en juego la supervivencia. Una película heredera de la mejor acción sin censura que explora con acierto los límites del horror humano. Aunque tengo que advertir que uno de sus defectos es que tiene un alto contenido sexual (siendo un producto de su tiempo).
Una sucesión de escenas enérgicas que funcionan gracias a su portentosa animación, sus sangrientas escenas de acción, su buena banda sonora y sus imágenes ultra violentas y gráficas. Pionera en muchos aspectos, la cinta fascinará a los amantes del anime que ofrece grandes dosis de brutalidad. Toda una delicia salvaje para los amantes de la fantasía oscura, violenta y macarra.