Crítica de ‘Una noche fuera de control’ ¿La versión femenina de Resacón?

Crítica de 'Una noche fuera de control' ¿La versión femenina de Resacón?

“Resacón en las Vegas” nos trajo de nuevo el género de las comedias gamberras con una propuesta renovadora. No es que fuese la mejor película del mundo, pero sí que era una historia diferente. Nadie, con permiso de los chicos de “Very Bad Things” (de la que beben muchas cintas, incluida la que reseño hoy), había ahondado hasta ese momento en las consecuencias de una noche de desfase sin control.

Bradley Cooper y sus compañeros nos lo demostraron en tres ocasiones, siendo las secuelas peores que su predecesora, en cuanto a que ya era muy repetitivo. Y a partir de esta trilogía, han ido surgiendo cintas nuevas en las que vemos cómo son las despedidas de soltero tanto organizadas por el novio como por la novia, cómo se organizan las bodas más divertidas (recordemos la sensacional “El Gurú de las Bodas”), y en esta ocasión tenemos el elemento de la despedida de soltera mezclado con un crimen.

“Una noche fuera de control” nos cuenta la historia de Jess (Scarlett Johanson) una joven que se presenta al Senado y que próximamente va a casarse. Su amiga de la universidad, Alice (Jillian Bell) le organiza una despedida de soltera por todo lo alto en Miami, a la que asisten sus otras dos amigas de la universidad, Blair (Zoe Kravitz) y Frankie (Ilana Glazer). El fin de semana perfecto parece que se desarrolla sin problemas hasta la aparición de Pippa (Kate Mckinnon), una amiga de Jess procedente de Australia y por la que Alice sentirá celos de su cercanía a su amiga. Aunque sin duda, todo se complica con la contratación de un stripper. Mientras se divierten en casa, Alice cae encima del bailarín por accidente y este se mata, desencadenando una serie de acontecimientos que amenazan con volver del revés la vida de las chicas.

Stripper Una noche fuera de control
El stripper de la discordia…

Surrealismo y absurdo se dan de la mano en esta película muy apropiada para las fechas en que nos encontramos. Sin duda, tiene muy buenos elementos, empezando por la química existente entre las actrices. Bajo mi punto de vista, destaca especialmente Kate Mckinnon, a quien ya hemos visto en la reciente versión de Cazafantasmas. Mckinnon hace gala aquí de la profesionalidad que la convirtió en una estrella del Saturday Night Live. Sus caras y gestos provocan risa con solo mirarla sin necesidad de que emita diálogos. Y también Johanson sorprende, ya que estamos acostumbrados a verla como heroína de acción en Marvel o recientemente en Ghost In the Shell. Aquí muestra su vis cómica (que ya sacó por cierto en la cinta Scoop de Woody Allen). Y este grupo de amigas están acompañadas por secundarios de auténtico lujo como Demi Moore y Ty Burrel, más conocido como Phil Dumfy en Modern Family. Burrel y Moore llenan la pantalla en sus breves apariciones.

Divertida, fresca y muy gamberra, “Una noche fuera de control” (disponible en salas de cine desde el 21 de julio de 2017) hará pasar buenos ratos en los que podremos huir de la ola de calor.

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