Crítica de ‘Spider-Man: Lejos de Casa’ [SIN SPOILERS]

Crítica de 'Spider-Man: Lejos de Casa',

El peso del legado. Así se puede resumir la esencia de esta película. Y en palabras del propio Kevin Fiege, Spider-Man: Lejos de Casa “es la parte que falta del tríptico formado por Infinity War y Endgame”. En cierto modo es así, porque esta nueva aventura del hombre araña se basa precisamente en la herencia, en lo que nos dejan ambas películas. Y creo que a estas alturas todos ya sabemos de qué hablamos. Pues Peter Parker, este Peter Parker, no es el que nos plantearon en las viñetas, ni es el que interpretaron Toby Mcguire y Andrew Garfield. Aquí la cosa va de un elegido, de alguien, Tony Stark, que ve algo especial en este chico y le nombra Vengador. Ese gesto es el que hace caer sobre Peter una importante carga, porque ya no es que sea solo el amigo y vecino Spider-Man, es algo más.

Partiendo de esta base, Spider-Man se va de vacaciones con sus amigos del instituto, y entra en juego un misterioso personaje llamado Quentin Beck (Jake Gyllenhall) y hasta aquí diré sobre la trama de la película. Tampoco es que sea difícil imaginar lo que viene a continuación tras la multitud de tráilers que hemos recibido, pero en fin… En Spider-Man: Lejos de Casa, tenemos acción, explosiones, peleas mucha telaraña y también puntos de humor bien encajados y que no cargan al espectador como sucedía en la entrega anterior Homecoming.

Parece que con Spider-Man: Lejos de Casa han decidido tomarse un poco más en serio la historia y en concreto al personaje. Le han hecho más consciente de quien es. Y sí, es un adolescente, pero no es un chico cualquiera. Tiene que crecer, no solo físicamente, sino a nivel ético y moral, por algo es súper ¿No? En definitiva, me he llevado una especial alegría al encontrarme un guión mejor llevado y por fin con un buen villano después de Thanos y de Killgrave.

¿Qué nos da Spiderman: Lejos de Casa? Pues un paso más en la historia del personaje y también un avance en el universo Marvel de cine y, sobre todo, dos giros de guión realmente bien hechos. Un producto que sorprende y que demuestra que cuando se toman las cosas en serio se pueden hacer bien y al mismo tiempo dar una fiesta de entretenimiento de cierta calidad, porque al final estas películas ante todo deberían aspirar a eso, a ser entretenidas. Y este Spider-Man poco a poco va ganándose ese estatus de Vengador. Como diría Thor, solo el tiempo dirá si es digno. En esta película desde luego consigue hacernos disfrutar.

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