Con “Padre no hay más que uno”, Santiago Segura nos trae una comedia familiar con la que llenar las salas este próximo verano. Una de esas películas agradables y muy sencillas de ver con las que se puede combatir el calor. Dirigida por él mismo y coprotagonizada por Toni Acosta, Leo Harlem y Silvia Abril, “Padre no hay más que uno” es mucho más que una comedia con la que echarnos unas risas.
Javier y Marisa son un matrimonio con varios hijos y dos trabajos un tanto absorbentes. Todos los días tienen que lidiar con ese problema que tenemos en España: la conciliación de la vida profesional y la personal. Aunque en el caso de la película, lo que se refleja es que es la madre la que trabaja doblemente a diario mientras que el padre está sumergido en la pantalla de su ordenador, pasando de todo e ignorando lo que de verdad es importante.
El guión nos trae un interesante subtexto sobre este problema y también sobre los prejuicios que genera, como si las familias numerosas fueran todas radicales y religiosas, la discriminación que se produce en los centros escolares clasificando ya incluso a los niños de preescolar como si fueran unos más listos u otros más tontos y haciéndolo además con un subterfugio políticamente correcto que da nauseas; los grupos de What´s App de los padres; todo ello por citar solo algunos ejemplos, ya que la peli, aprovechando la comedia, se muestra muy crítica, realizando esta de forma inteligente.
No es que “Padre no hay más que uno” sea la mejor comedia de los últimos años, pero sí hay que admitir que se trata de un ejercicio muy inteligente con el que espero Santiago Segura pueda desligarse aún más de Torrente. Pese a eso, es posible que tanta crítica en una comedia se convierta en un hándicap, uno que, que junto al hecho de que todavía hay mucha gente que relaciona a Segura con del esperpéntico personaje que tanta fama le ha dado a este actor y director, puede acabar por afectar a la recaudación.
En definitiva, y sin ser agorero, decir que “Padre no hay más que uno” es una película agradable, es divertida y es familiar, ingredientes que son necesarios para el triunfo en la taquilla. No os la perdáis.