Crítica de Moonrise Kingdom: Un cuento Vintage

La película de Wes Anderson (Fantástico Sr. Fox) que se estrena este proximo viernes en la salas de cines españolas resulta muy ficticia por todo lo que la compone, pero, sin embargo creo que es lo más realista que he visto en mucho tiempo. 

«Moonrise Kingdom» nos traslada al año 1965 a una isla imaginaria de Nueva Inglaterra, con unos habitantes aislados de la realidad que desprenden una sensación de soledad inmensa. Alli, dos niños, quizá los más cuerdos del pueblo, se conocen en una obra de teatro y desde entonces se sienten inevitablemente atraídos. Sam y Suzy como nos muestra la película son dos chavales con bastantes problemas de conducta. Él es huérfano, y ella se siente una extraña en su propia familia. Ambos saben que son problemáticos y deciden escapar juntos. La estampa de la niña huyendo por el campo con un tocadiscos a rastras y él con su indumentaria scout liderando el camino, no tiene precio.

Cómo es natural la policía y la familia de ella salen en su búsqueda. A estos se les suma el jefe (Edward Norton) de una tropa de Boy-Scouts, a la que Sam pertenece. Pero independientemente de la trama de la película, lo importante de ésta son sus personajes.

Su indumentaria y los objetos que deciden llevarse lo dicen todo de ellos

Los niños aparentemente con problemas psicológicos bastante graves, han sido educados por adultos que actúan sin ningún tipo de motivación, madurez o responsabilidad. En la familia de Suzy falta comunicación hasta decir basta, empezando por sus padres (interpretados por Bill Murray y Frances McDormand). Y sin embargo la niña habla con una madurez que sorprende. Y esa es precisamente la cuestión: los niños actúan, piensan y hablan como adultos ya que tienen asumido que los adultos no lo van a hacer por ellos. Y esto hace que nos caigan bien, provoca auténtica ternura que dos pequeños frikis inadaptados hablen con tanto desparpajo y se quieran tantísimo.

¿Qué más pasa en la película? Realmente la obra es un pilla-pilla entre niños y adultos. Mientras tanto vamos conociendo los verdaderos sentimientos de unos personajes que en un principio parecían impasibles. Una pareja en declive que decide despertar de la inopia cuando su hija desaparece, un policía de pueblo un tanto inocente (Bruce Willis), pero que se implica en el caso de Sam cuando se le necesita y el resto de la tropa Boy-Scout que se ve por fin viviendo una aventura de las buenas. Digamos que con su fuga, Sam y Suzy,  hacen estallar una tormenta que era necesaria para que un pueblo aislado y dormido, reaccionase.

Estrellas consagradas para interpretar a unos adultos que no cumplen las expectativas de unos niños

Visualmente la película es una delicia. Imágenes en sepia y paisajes irreales que parecen sacados con Instagram y unos primeros planos muy expresivos que dicen mucho cuando los personajes callan. La película avanza con una banda sonora a ritmo de orquesta que separa las secuencias como si de actos de obra teatral se tratase.

Y hay que mencionar al excéntrico personajillo que ejerce de narrador y que aparece a ratos en el film prediciendo acontecimientos. Confunde un poco al personal, hasta a los propios personajes de la película que tienen pinta de no saber de dónde sale este hombre, sin embargo el hombre aporta un toque gracioso y cae simpático.

Como pegas a esta película, que vimos gracias a los amigos de Sensacine.com, diría que me ha faltado un final un poco más espectacular, aunque la obra no presume de ser una superproducción, por lo que puede pasar sin ello.

Titulo: Moonrise Kingdom

Director: Wes Anderson

Interpretes: Bruce Willis (capitán Sharp), Edward Norton (jefe de tropa de los scouts), Bill Murray (Sr. Bishop), Tilda Swinton (servicios sociales), Jason Schwartzman (primo Ben), Frances McDormand (Sra. Bishop), Kara Hayward (Suzy), Jared Gilman (Sam).