Crítica de ‘En la mente del asesino’: Un desastre total

Crítica de "En la Mente del Asesino" con Mathew Fox y Tyler Perry
Gracias a nuestros amigos de Sensacine, “De fan a fan” pudo asistir al preestreno de esta película.
Se estrenó en las carteleras españolas este viernes 16, la última película del director Rob Cohen, cuyos anteriores trabajos fueron las infumables “La Momia 3” (2008) y “Stealth: la amenaza invisible” (2005). Lejos de mejorar y recuperar el nivel ofrecido en “XXX” (2002), “A todo gas” (2001) y “Dragón, la vida de Bruce Lee” (1993), consigue hundirse aún más, entregándonos un supuesto thriller de intriga que deshonra el libro en el que está basado.
En la Mente del Asesino se centra en el personaje de Alex Cross (Tyler Perry), inspector de homicidios en la Policía y titulado en psicología que deberá detener a un sociópata autoproclamado “El carnicero de Sligo” (Matthew Fox, “Perdidos”). Para ello contará con la ayuda de sus compañeros (Edward Burns “Al borde del abismo”, 2012 – y Rachel Nichols“Conan el bárbaro”, 2011). Juntos, y tras una serie de asesinatos y pistas, deberán detenerle antes de que mate a un importante y millonario hombre de negocios, interpretado por Jean Reno (“El chef”, 2012).
 "En la Mente del Asesino" es una precuela de "La Hora de la Araña"
Tyler Perry interpreta a la versión joven de Alex Cross, personaje que ya interpreto Morgan Freeman
El director Rob Cohen lleva 20 años dirigiendo películas, donde a parte de las ya mencionadas también son suyas las aceptables “Pánico en el túnel” y “Dragonheart”, ambas de 1996. De esta forma, no se entiende cómo ha llegado a dirigir de forma tan pobre una película con carencias tan claras y abundantes.
En esta cinta nada funciona, ni un guión cogido con pinzas, previsible y lleno de tópicos, que más que sorprender te hace preguntarte cuánto tardó en terminarlo. Tampoco funciona una dirección errática y demasiado temblorosa, donde en la escena final tiembla tanto la cámara que quieres gritar que se use un trípode para evitar tanto mareo.
Pero no sólo eso, tampoco funciona el reparto, con un protagonista que se esfuerza pero que apenas puede digerir los diálogos que debe soltar, y un Edward Burns muy flojo. Tampoco ayuda un Jean Reno como secundario totalmente desaprovechado, muy lejos de sus grandes interpretaciones.
El que mejor lo hace es Matthew Fox, al cual no se puede dejar de felicitarle por su transformación física, pero su interpretación no es tan espectacular como su transformación, puesto que lejos de parecer un sociópata y sanguinario, se queda en una especie de terminator que pone cara de loco sacando mucho los ojos.
Mathew Fox interpreta a un asesino "En la Mente del Asesino"
Mathew Fox se aleja del papel que interpretaba en “Lost”
En cuanto a la trama, resulta ya no sólo previsible, sino muy usada ya en otros thrillers con más talento y calidad que éste. La sucesión de escenas y giros de guión no sorprenden a nadie, es más, aburren y te provocan el sueño.
En resumen, prescindible y aburrido thriller totalmente evitable, con una duración claramente excesiva para lo ofrecido (100 minutos de tortura). El personaje de Fox se queda en el intento de ser un sociópata y asesino digno de recordar.

Lo peor: Todo.
Lo mejor: Nada.
Nota: 2,5
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