Kung-Fu Panda 3: Revisando la BSO de Hans Zimmer para este film animado

¿Me ha parecido escuchar un lindo pandita? ¿Me ha parecido escuchar al compositor de El Rey León? Pandas y leones, todos son campeones. Con un equipo liderado por Hans Zimmer y Po, Kung-Fu Panda 3 está preparada para cualquier reto que se le presente, menos si el reto es superar el estilo milenario y archiconocido del compositor alemán. Po aun debe entrenar mucho para obligarle a cambiar una tradición más arraigada que la propia cultura oriental allá en las tierras del sol naciente. 
Música étnica y ambientaciones exóticas. Nos trajo África en El Rey León, Egipto en El Príncipe de Egipto… en Kung Fu Panda acude a músicos chinos como el pianista Lang Lang, y a instrumentos cuya pronunciación es directamente proporcional a la felicidad de su dicción y la extraña belleza de su sonido: el erhu, el el shongu, el gaohu o el guzheng. Indiscutiblemente, estamos en China. No solo porque todos coman tallarines y porque la población de pandas supere la media normal, sino por esa musiquilla continua que acompaña perennemente a las películas de animación. No hace falta pegarle un bocado a un rollito de primavera para ser transportado inmediatamente más allá de la kilométrica muralla.
A la increíble habilidad de Zimmer para utilizar toda clase de extraños instrumentos de forma extraordinaria, se une su increíble habilidad para emocionar con los fragmentos corales, su increíble habilidad para dotar a la percusión de toda clase de expresividad y sentimiento, desde la acción y la tensión, hasta la alegría e incluso el romanticismo; y su increíble habilidad para mezclarlo todo con sintetizadores sin restarle ni una pizca de sabor tradicional. Si, increíble, pero demasiado cierto. Demasiadas veces increíble y demasiadas veces cierto. Lo cual es a su vez una pena increíble, dadas sus increíbles habilidades. No hay mejor manera de describir su música que con un párrafo tan increíblemente redundante como éste.

Y aun así, es imposible no caer en lo mismo de siempre y poner al señor Zimmer una buena nota. Porque al final y al cabo, la música dice lo que tiene que decir en cada momento, expresa lo exactamente expresable, y se adapta como un guante a la aventuras y desventuras del panda guerrero dragón. Es más, deja de lado las referencias jazzísticas, e incluso morriconianas en ocasiones, de las dos entregas anteriores y se adentra aun más en la cultura china. Po se va haciendo más fuerte y valiente, y Zimmer, consecuente, deja de lado los estilos más terrenales y enfatiza el lado espiritual que siempre transmite la cultura asiática. La evolución del tema principal es claro ejemplo de esta subida al Olimpo, o lo que quiera que sea, chino.
A parte del tema principal, que conecta las tres entregas, destacan, por la emoción, “The Panda Villaje”, con su aire de maravilla y descubrimiento, con algo de celestial; y “Portrait Of Mon”, con la tristeza y melancolía de la pipa, el piano de Lang Lang y el violonchelo, y la entrada progresiva el coro. En cuanto al a acción, otros dos: “The Battle Of Legends”, dominado por la percusión y la velocidad, cambia el coro femenino por el masculino, aportando más fuerza y tensión; y el potente inicio de “The Arrival Of Kai”. Todos ellos, claro, sintetizador mediante. 
Zimmer no abandona su zona de confort. Pero Kung Fu Panda 3 sube dos escalones y se acerca cada vez más al cinturón negro en lo que a musicar pandas guerreros se refiere. Concentración. Oídos atentos. Y que los dumplings os compañen.
 ¡Kung Fu Fighting!
Desde enero, ya puedes encontrar la edición de Sony de la BSO.

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