Peter Jackson se despide, aparentemente, de la Tierra Media con una película menor que refleja los problemas de una producción forzada y estirada al máximo.
Al contrario de mis compañeros que reseñaron la anterior entrega de “El Hobbit”, la llamada “La Desolación de Smaug”, yo no quede nada contento con el resultado, y lejos de centrarme en sus problemas como adaptación (que al fin y al cabo son menores), me quejaba de lo mucho que se notaba como se había alargado todo para crear una tercera película.
Dicho esto, podéis imaginaros que me enfrente al visionado de “La Batalla de los Cinco Ejércitos” con pocas ganas, y aunque esperaba disfrutar de al menos un buen espectáculo visual, tengo que admitir que ni eso consiguió contentarme.
La cinta, que estoy seguro que gustara a tanta gente como a la que disgustará, ha arrasado en taquilla como era de esperar, pero como los más exigentes nos esperábamos, ha intentado centrarse en una batalla que en el libro original no se extiende más allá de unas pocas páginas, y si bien, no seré yo el que rechace un espectáculo de ese estilo, tengo que decir que el combate entre los cinco mencionados ejércitos no ha conseguido emocionarme como ya lo hicieran asedios como el del Abismo de Helm o similares, ya que aquí, la acción se centra en un gran número de personajes con los que no tenemos prácticamente afinidad (al fin y al cabo el único más o menos familiar es Gandalf, y tampoco lucha mucho) y que encima muestran unas coreografías de combate que ya no son dignas de la época en la que vivimos.
Pese a los efectos especiales que lucen a día de hoy las producciones, Smaug no resulta tan espectacular como esperábamos y es una pena que un ser tan magnifico se vea peor que la montura voladora de los Nazgul en El Señor de los Anillos. |
Pero no adelantemos acontecimientos (aunque tampoco es fácil, ya que la cinta tiene poca miga), ya que la historia del film comienza antes de dicho combate, exactamente en el momento en el que Smaug ataca la Ciudad del Lago sembrando el caos y cayendo de forma bastante anecdótica bajo la flecha “negra” de Bardo, el cual, tiene que improvisar un arco y usar a su hijo como apoyo para acabar con la amenaza a la que de alguna manera le daba vida Benedict Cumberbatch, aunque eso sí, no sin antes mostrarnos relleno en forma de la huida de los enanos que había en la ciudad, el apoyo de Tauriel a estos, y como no, la espantada llevándose el dinero del gobernador de la ciudad, un personaje con menos fondo que un dedal.
Al margen de que no se haya respetado ni aclarado el hecho de que Bardo tiene que acertar en cierto punto del pecho de Smaug (algo que en el libro, y si no recuerdo mal, le indicaba un pajarillo), el verdadero villano de la obra pasa sin pena ni gloria por el film, y aunque es usado como prologo para el conflicto posterior, es una pena verlo morir en una de las muertes más lamentables y sobreactuadas que un dragón haya tenido jamás.
El sirviente del Gobernador, otro invento de Jackson que nos ofrece momentos de vergüenza ajena… aunque al menos con el te ríes… |
Continuando con la historia, el pueblo del Lago se dirige hacia Erebor buscando refugio y allí recibirán la ayuda de los elfos antes de iniciar un combate contra una fortaleza custodiada por unos pocos enanos, que para colmo, en vez de trabajar en asegurar su posición, están buscando la Piedra del Arca.
Lejos de querer contar más, solo os diré que Bilbo entra y sale de allí como periquito por su casa, y aunque sería fácil para un hobbit con un anillo que lo hace invisible, deja patente los fallos de guion del film.
En otro ámbito, nos encontramos con la alianza de Elfos, Humanos y Enanos (los mismos que llegaron a ayudar a Thorin pero cambian para eliminar trasgos) que son avisados por Gandalf y Legolas del inminente ataque orco, un ataque superior en número y potencial, que aunque inicialmente parece estar a punto de acabar con los pueblos libres, finalmente resulta reducido gracias a intervenciones de águilas, enanos montados en cabras y un enfurecido Beorn que hace acto de presencia como oso.
Como fan de Warhammer y la fantasía medieval se me encogió el cuerpo al ver a Dain montando en un cerdo/jabalí de batalla… aunque lo que no entiendo es quienes iban en las cabras / muflones que usan lugo los enanos de Thorin para acabar con los orcos… |
Por el camino, se nos quedan las intervenciones de Galadriel, Saruman y Elrond para rescatar a Gandalf de las manos de los espectros del anillo, el nigromante y la primera reaparición de Sauron, algo que en los libros y apéndices no se ve de esta forma, pero que intenta sumar coherencia como prólogo de la historia del Señor de los Anillos.
Tras tantos sucesos, el espectador no sabe muy bien que esperar y asiste extasiado o exasperado (en mi caso bastante aburrido) a interminables luchas y combates que sabemos cómo terminarán y en las que sinceramente, entiendo que Ian McKellen declarase que no sabía exactamente lo que iba haciendo.
Cierto es que los amantes de la fantasía y estos personajes podemos disfrutar con la puesta en escena de tal cantidad de personajes, pero el hecho de introducir tantas variables (como el ayudante del gobernador que se establece como contrapunto cómico) no viene más que a demostrar que por muchos apéndices que haya, el film podía haberse finalizado perfectamente en dos entregas, dejando todos estos extras (y los que nos esperan) para versiones extendidas que aporten más metraje y menos relleno.
Thorin restaura su honor en una buena escena de combate, pero el hacernos ver que esta loco e henchido de ira poniéndole la voz de Batman, resulta un tanto cómico… |
¿Es por lo tanto el Hobbit una mala película? Personalmente pienso que sí , que no funciona bien ni como adaptación ni como film de entretenimiento, y aunque entiendo que cada uno se entiende como quiere, el film expone suficientes fallos y excesos ((no hay grandes interpretaciones, la banda sonora es repetitiva y la épica no sobrevuela por el ambiente), ) que el más pintado acaba riéndose en varios momentos.
Sinceramente, pienso que la codicia ha roto el saco, y que lejos de ofrecernos algo tan digno como lo que vimos en la primera entrega (Un viaje Inesperado), tanto Warner como Jackson se han visto sobrepasados por la tarea de dar trabajos a amigos e intentar repetir lo hecho en el Señor de los Anillos, algo realmente difícil y que aquí, debido al intento de realizar paralelismos, les ha salido caro a nivel cualitativo, ya que viendo las recaudaciones, a nivel de taquilla el film es todo un éxito.
En fin… esperemos que con el tiempo y viendo las tres cinta en versiones extendidas se me pase el disgusto… aunque la verdad, ganas de volver a ver esto no tengo.
Un comentario
Sinceramente pienso que ha sido la mejor de las tres