MTV ha dado el pistoletazo de salida a la tercera temporada de Teen Wolf, la serie que inicialmente pretendía ser un remake del film ochentero protagonizado por Michael J. Fox (el cual tuvo serie animada para tv), y que tras ir distanciándose de sus orígenes, ha encontrado personalidad “semi-propia” en la parrilla televisiva de esta cadena tan particular.
¿Y por qué digo personalidad semi-propia? Pues porque a pesar de que es de los pocos shows televisivos que tiene como protagonistas a hombres lobos, y que durante dos temporadas han intentado, dentro de lo posible, omitir cualquier referencia a títulos como “Crepúsculo”, finalmente en esta temporada vemos atisbos de que su “población adolescente y digna de un concurso de belleza”, empieza a recoger algún elemento “crepuscular” que ojala solo sea un guiño.
Pero centrémonos en el capitulo.
“Tattoo” nos devuelve a los personajes meses después de los acontecimientos narrados al final de la segunda temporada, una tanda de episodios marcada por la aparición de una criatura reptiliana (interpretada por
Colton Haynes, quien forma ahora parte del reparto de “
Arrow“) que en paralelo a los cazadores de hombres lobos, se las hizo pasar canutas a
Scott (Tyler Posey), Derek (Tyler Hoechlin) y el resto miembros, lobos o no, de la manada.
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Parece que ser gemelos y hombres lobo da puntos extras en el mundo “sobrenatural” |
Continuando el clifhanger con el que acabo la temporada, en este episodio nos muestran una manada rival que está compuesta exclusivamente por “miembros alfa“, o lo que es lo mismo, los hombres y mujeres lobos más fuertes de diferentes manadas que se han unido bajo un líder único por un motivo que desconocemos todavía.
Así pues, tenemos un grupo de rivales con “habilidades especiales”, entre las que encontramos incluso a una pareja de gemelos capaces de unirse para convertirse en una criatura mas grande, o diferentes “licántropos” (uno de ellos es el ex-novio grandullón de Penny en The Big Bang Theory) que de la fuerza que tienen, parecen incapaces de esconder sus uñas.
Tal llegada de depredadores al pueblo de nuestros protagonistas empieza a derivar en un comportamiento extraño de los animales, y tras una serie de persecuciones y enfrentamientos, vamos viendo como la historia de rivalidad empieza a cobrar sentido, colocando las piezas de este juego en un tablero que hasta el momento ha sufrido pocas bajas.
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Los animales empiezan a manifestar comportamientos extraños que nos dejan homenajes a “Los Pajaros” de Hitchcock como este que apreciamos en la imagen. |
En cuanto al tatuaje que da título al episodio, tiene relación con un símbolo que el protagonista desea llevar en el brazo, pero que debido a sus “poderes regenerativos”, no podrá obtener por la vía habitual, siendo este tatuaje (que quiere como recordatorio de ciertos cambios) algo que conseguirá a base de un dolor extremo.
Ciertamente, los personajes han evolucionado positivamente (al igual que los acabados técnicos y artísticos), y aunque para algunos les será difícil empatizar con ellos, al fin y al cabo no todos seguimos en el instituto como ellos, resultan siendo agradables, aportando por lo tanto cierta química que los espectadores podemos compartir y disfrutar.
La anterior temporada resulto en una agradable sorpresa tras una primera temporada bastante regular, y aunque aún es pronto para juzgar esta tanda que acaba de estrenarse en los USA (no sabemos aun la fecha para España), de momento cuenta con mi confianza.
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Derek, Scott y Stiles (que se ha dejado el pelo mas largo) en una sesión de tatuaje extremo |