Roncas, de Elva Lombardía [RESEÑAS]
Hasta el 28 de septiembre de este 2025 , Grafito Editorial tienen en fase de preventa «Roncas«, una obra que llegará a librerías el 2 de octubre y que se presenta como una novela gráfica que combina humor, cotidianidad y honestidad emocional. Su autora, Elva Lombardía, desarrolló esta historia desde su experiencia personal, y ha sido reconocida como ganadora del Premio Josep Sanchis Grau de cómic en los XLII Premios Literarios Ciutat de València
La protagonista es «Lerda», una treintañera ilustradora (aunque trabaja a media jornada en un call center para pagar las facturas), que vive en Barcelona y comparte piso con una amiga. Su vida gira entre el deseo de cumplir sus sueños creativos, lo absurdo del día a día y el desencanto que parece acechar al crecer.
Lo que destaco de Roncas, de Elva Lombardía
Identificación generacional y sororidad real: La obra retrata con complicidad y empatía la relación de la protagonista con sus amigas, llenas de sororidad, humor y autenticidad. Aunque el feminismo no es explícito, está presente en ese apoyo tácito y esperanzador.
Hombres tóxicos, pero sin dramatismos gratuitos: Los romances fallidos están bien retratados: cínicos, engañosos, cargados de expectativas que la protagonista descubre tarde… como nos ocurre a muchos. Pero sin moralinas, con ingenio y autocrítica.
Sexo y sueños sin filtro: Se habla de sexo con naturalidad y desparpajo, sin sensacionalismos, como parte de la vida real. También aparece esa tensión entre perseguir la pasión creativa y las obligaciones cotidianas —ni más ni menos que lo que promete la madurez, que casi nunca coincide con la fantasía que teníamos.
El título como mcguffin: “Roncas” alude a un rasgo trivial, casi anecdótico, que adquiere valor simbólico: ese defecto que se convierte en excusa (y que otro personaje rescata, aún inconscientemente). Con ingenio, Lombardía nos recuerda cómo nos aferramos a detalles nimios para justificarnos o justificar al otro.
Estilo visual sin pretensiones, pero lleno de humanidad: El dibujo es sencillo, claro y expresivo. La narrativa fluye con agilidad, con momentos de risa, empatía, incomodidad y ternura instantánea.
Si buscas una historia contemporánea, que no se endulce con contradicciones ni se deslice hacia lo melodramático, Roncas es un cómic perfecto para ello: humano, irreverente y cercano.
Lo lees de un tirón (tal como me ocurrió) y engancha por lo reconocible del relato y lo sincero del conjunto. No revolucionará el género (ni tampoco lo pretende), pero tiene el mismo poder, con sus diferencias, que otras obras que me encantan como son «Pagando por ello» de Chester Brown o «Adicto al amor» de Koren Shadmi —historias picantes, íntimas y confesionales— solo que aquí, el ambiente es más cercano (por estar ambientado en un ciudad que conozco), actual (las otras dos obras ya tienen más tiempo… aunque siguen siendo igual de actuales, divertidas e interesantes) y con una voz femenina que le da un matiz propio y diferente… algo que, personalmente, agradezco.