Hay algo que me gusta especialmente del programa Cuarto Milenio, y es el comentario final que realiza siempre su director y presentador Iker Jiménez. En él, normalmente recoge su opinión sobre algún asunto de actualidad. Y siempre termina con una sencilla pregunta: ¿Y ustedes qué opinan? Pues de esta manera me gustaría proceder a continuación con todos vosotros, a raíz de la polémica que ha generado en las últimas semanas el director Ridley Scott, en dos entrevistas.
En la primera, dijo que las “películas de superhéroes son una mierda”. Este es el titular que se extrajo de una entrevista que fue más larga y en la que él explicaba lo que quería decir, pero ya conocemos como funciona cierto periodismo hoy en día, donde prima el clic fácil más que el rigor informativo. Y en la segunda, de fecha más reciente, ha hablado sobre el fracaso de su obra de arte, El último Duelo, con guion de Matt Damon y Ben Affleck, y bueno pues ha dicho que el fracaso de su cinta “se debe a los millenials criados con los teléfonos móviles”. Por supuesto, otro titular sacado de contexto.
No es tampoco misión de este artículo defender a ultranza las declaraciones o la figura del creador de Alien, pero bueno, debido al pequeño revuelo generado en redes sociales, ese patio de monipodio donde la opinión de un ignorante vale más que la de un estudioso de años de experiencia, pues me ha apetecido cambiar un poco la labor de crítico de películas, y pasar un poco a la arena de la actualidad. Algo que por otro lado, los críticos cinematográficos, en tanto que periodistas e informadores del sector, deberían hacer más a menudo. Porque muchas veces podemos transmitir la sensación de que solo estamos aquí para ver una película y luego ponerle una nota como si fuera una estadística deportiva, pero no, la figura del Crítico, va más allá de eso, lo que ocurre es que lo estamos olvidando. También puede ser que pocos se atrevan a hacer esto por miedo al qué le dirán en ese patio de corrala tuitero, pero a nosotros nos da igual. En De Fan a Fan, no nos casamos con nadie.
Por partes. Respecto de las cintas de superhéroes, lo que Scott comenta tiene bastante sentido: “Los guiones son malos, y para cubrir esa carencia, se llenan las películas de efectos digitales”. Desde mi punto de vista, una buena parte de razón tiene, siendo honestos intelectualmente, creo que nadie puede asegurar que TODAS las cintas de superhéroes son extraordinarias. Y si seguimos siendo honestos intelectualmente, tampoco podemos decir que TODAS son malísimas, porque siempre hay excepciones. La cuestión es: ¿Qué es lo que realmente ha podido molestar de esta aseveración del director? ¿La forma en que lo ha dicho? ¿ O lo que molesta de verdad es que, por desgracia, ha puesto el dedo en una herida que todos sabemos que existe? Claro, es que no se puede criticar a la sacrosanta Marvel. Recuerdo perfectamente las hordas de odiadores lanzando improperios contra Zack Snyder y su visión de los personajes de DC, igual que por otro lado, están los radicales fanáticos de DC haciendo lo mismo pero a la inversa. ¿No será lo más fácil disfrutar de todo y que cada uno elija luego lo que más le gusta? Eso sí, siempre con el sano ejercicio de la crítica por supuesto, que aquí nadie ni nada es perfecto.
Y por otro lado: ¿Cuál es la causa del fracaso de El Último Duelo? ¿De verdad podemos culpar a los millenials de esto? Personalmente, creo que aquí Ridley Scott se equivoca en parte, pero también tiene razón en el fondo de la cuestión. Quizás la manera de expresarlo no ha sido la adecuada, pero voy a una serie de hechos que se pueden encontrar en la hemeroteca, relacionados con un factor que puede explicar un poco esto. Me refiero al factor educativo. Sí, alguno se extrañará, pero si se escribe un libro como el de “La fábrica de cretinos digitales” del neurocientífico francés Michel Desmurget, es porque algo no cuadra. Unos datos que da este investigador en el libro:
- Con solo dos años de edad, el consumo medio es de tres horas de pantallas.
- De los ocho a los doce años, la media son cinco horas
- En la adolescencia la cifra se dispara a las 7 horas.
- Consecuencias: Obesidad, problemas cardiovasculares, agresividad, depresión
- CONSECUENCIAS CLAVE: EMPOBRECIMIENTO DEL LENGUAJE, FALTA DE CONCENTRACIÓN Y DE MEMORIA.
El libro está a la venta en español así que se puede consultar en más profundidad estas cuestiones; también hace unos meses, me llegó una información acerca de los adolescentes de quince años y su uso del lenguaje: de media, solo conocen unas 300 PALABRAS. Señores ¿Nos damos cuenta de a dónde nos lleva esto? Desde mi punto de vista no es moco de pavo lo que está sucediendo con esta generación criada con los teléfonos móviles, las tablets etc.
Con mucha razón cualquiera puede argumentar lo siguiente: ¿Es que acaso Ridley Scott no tiene estudios de mercado que cuenten este tipo de cuestiones? ¿Por qué no ha hecho la película de otra manera? Claro, podríamos exigir a los creadores que se adapten a los nuevos tiempos de la abulia moral y del fomento de la ignorancia y la cretinez. Y entonces ¿Dónde dejamos la libertad creativa? Como podéis ver, no hacen más surgir las preguntas, porque no es una cuestión sencilla, sino más bien muy complicada. Alguno pensará que los datos mencionados arriba no tienen importancia. Bueno, yo desde luego no soy científico, pero si hay alguien que investiga y saca ese tipo de conclusiones, pues por lo menos hay que ponerlas encima de la mesa y analizarlas.
Si alguien me pregunta mi opinión, lo único que puedo decir es que se está atontando a toda una generación de forma premeditada, con la pasividad de los padres, y la colaboración absoluta de las instituciones educativas. Por supuesto esto es una generalización, hay excepciones sin duda. Pero lo cierto es que la literatura, el cine, la música, cualquier forma de Arte, requieren de Tiempo, y de atención, una atención que implica un pequeño esfuerzo por parte del espectador. ¿Realmente cuesta tanto poner atención a una película? Evidentemente, si uno está mirando de forma obsesiva los mensajitos del teléfono, cuesta bastante.
Lo cierto es que los guiones en general son muy flojos, los efectos especiales abundantes y en muchas ocasiones bastante cutres a pesar de los medios y grandes presupuestos, y también es cierto que la falta de lectura está creando unos problemas cognitivos verdaderamente graves. Porque si una sociedad es incapaz de usar el lenguaje para comunicarse, ¿De qué forma lo hará? Amigos, todas estas cosas están más relacionadas de lo que pensamos, al menos así lo veo yo. ¿Y vosotros qué opináis?