Nave Prisión, de Esteban Maroto y Bruce Jones [Reseña]
La línea Babel de Planeta Cómic sigue rescatando productos interesantes del mercado europeo, y tras traernos Las Leyendas de San Jorge y Los Mitos de Cthulhu, recientemente nos ofrecían una excelente reedición de “Nave Prisión”, otra obra de Esteban Maroto en la que puede observarse porque este fue uno de los grandes autores españoles de la edad de oro de la ciencia ficción.
Nave Prisión se publicó originalmente dentro de la revista 1984, una maravillosa publicación que en los años ochenta aglutinaba los trabajos de algunos de los guionistas y dibujantes de la época.
En la obra, se nos presenta un mundo futurista en el que se ha abolido la pena de muerte y que para proteger a los ciudadanos de los delincuentes más peligrosos, manda a estos a naves espaciales donde permanecen hibernando de forma permanente.
La Nave Prisión que da nombre a la obra esta supervisada por Faye, una chica que aglutina algunos elementos de las “chicas espaciales” del pulp (véase Barbarella), o lo que es lo mismo, es sumamente atractiva y atrevida pero no es una heroína al uso.
Faye antes del accidente que la llevará a aventura no esperadas |
Faye pilota la nave de un lugar a otro sin demasiados problemas y observa como en la Tierra un nuevo líder político podría dejarla en el paro ya que, ha prometido que si llega a convertirse en presidente del planeta, reinstaurará la pena de muerte.
Lamentablemente, esa será su menor preocupación cuando un meteorito impacte contra su nave, inutilizando los sistemas de hibernación de sus cautivos y obligándola a emprender una serie de misiones de caza y captura imprescindibles para poder volver a casa.
En esos momentos, vemos que Faye no es una cazadora, sino una piloto que poco a poco, por necesidad y con mucha suerte, ira recuperando a sus cautivos.
A través de las diferentes salidas en busca de criminales, iremos dándonos cuenta de que tras esta historia de “viajes espaciales” se oculta algo más grande, pero tendréis que leer Nave Prisión para descubrirlo.
Aunque cuando se publicó esta historia yo era un pipiolo, recuerdo ver por casa muchas obras de este estilo, y la verdad, cuando vi que Planeta recopilaba este cómic no me lo pensé dos veces.
En este capítulo Faye viaja a un mundo “supuestamente” helado que esta cargado de sorpresas |
Ciertamente, es un cómic deudor de su época. Una época en la que los cómics de ciencia ficción incluían escenas de desnudos sin venir muy a cuento y que alegraban a los lectores de cómics de entonces que, como imaginareis, eran mayoritariamente hombres.
De ese público claramente identificado y por el tipo de sociedad existente (aún muy machista y proveniente de épocas de mucha restricción), se entiende que Faye se presente como la fantasía sexual de muchos y que pese a ser capaz de pilotar una nave de reclusos y dar caza a estos, tenga que ser ayudada por un personaje al que descubriréis al leer la obra.
Ciertamente, la historia no es nada del otro mundo, pero permite disfrutar del arte de Maroto en todo Bruce Jones, descubriendo planetas y seres de otros mundos que han inspirado a multitud de autores nacidos a posteriori.
su esplendor, haciendo que nuestra imaginación viaje por el enorme y variado universo ideado por
Desde luego, es una obra dirigida a un público muy concreto, pero tanto si eres joven y quieres conoce con todo lujo de detalles como eran las aventuras de ciencia ficción de la época, o simplemente eres un nostálgico que esperaba una reedición de nivel de la obra de Maroto, recomiendo y mucho este cómic que, por lo menos en mi caso, es muy diferente a todo lo que tengo en mi extensa biblioteca.