Humor Artificial, de Fernando Llor y Miguel Ángel Hernández [RESEÑA]
Como el género de zombis, el género postapocalíptico se presta a presentarnos historias diversas y realmente interesantes, y en el caso del cómic Humor Artificial, Fernando Llor nos trae un interesante relato sobre un futuro apocalíptico cercano en el que la humanidad ha sido diezmada por una guerra contra las maquinas.
Es en ese escenario, donde conocemos a Rober y Tamara, dos miembros del gremio de “artistas” que, como muchos hoy en día, se buscan la vida mientras intentan hacer más agradable la del resto.
Rober es monologuista y arrastra un duro pasado que le ha apartado de los seres que más quiere: sus dos hijos. Por su parte, Tamara, se dedica a la prostitución, pero quiere dejarlo, y cuando surge la oportunidad, parte junto a Rober para hacer un viaje en el que su amigo buscará reencontrarse con sus hijos, pero claro, ni todo es lo que parece, ni el mundo por el que se mueven tiene nada que ver con el nuestro.
En Humor Artificial, visitamos parajes asolados por las guerras de los robots, conoceremos a agentes del gobierno que buscan a los pocos robots que se han escondido entre los humanos y revisitamos problemas y situaciones que se repiten en la actualidad y en ese futuro apocalíptico que nos presenta Llor (coguionista del cómic Subnormal en el que se cuenta la historia de Bullyng de Iñaki Zubizarreta) con los lápices de Miguel Ángel Hernández (Malavida).
La trama de Humor Artificial está repleta de sorpresas, algo que no es fácil en los medios escritos / dibujados, pero aun así, consiguen lograr ese efecto de giro en los lectores que, al menos yo, agradezco un montón. Si bien no es una historia que pasará a los anales de la historia del cómic, es suficientemente entretenida y agradable como para releerla con el tiempo, y aunque estoy seguro de que muchos no le darán una oportunidad, apostaría a decir que se trata de un guion muy adaptable a cine y televisión.
En cuanto al dibujo de Miguel Ángel Hernández, funciona a la perfección para poner sobre la mesa tanto los elementos normales como los más excéntricos de la obra, y si bien, para algunos puede resultar un poco cartoon, lo cierto es que brinda a la obra del ritmo correcto en cada momento, jugando maravillosamente con las viñetas y su disposición según lo requiera el guion. Además, nos ofrece los momentos justos de desnudos, violencia, todo con mucho gusto y con un nivel de detalle excelente. Si tuviera que ponerle un pero, diría que la sus dibujos no se ven suficientemente bien en las escenas “de noche”, pero supongo que mezclar oscuridad y visibilidad no es algo fácil. Por lo demás, y en general, Humor Artificial me ha parecido una estupenda opción para aquellos que quieran una historia diferente de ciencia ficción con firma española. ¡Dale una oportunidad! 😉