En los últimos días hemos tenido nuevas noticias sobre la plataforma Disney + perteneciente a la casa del ratón. En ellas, se nos informa de que la empresa dirigida por Bob Iger, ha decidido bloquear el acceso a los perfiles de menores de 7 años películas infantiles tan conocidas, carismáticas y clásicas como Dumbo, Peter Pan, Los Aristogatos y el Libro de la Selva. ¿La razón? Salvaguardar las frágiles mentes de los niños de anticuados prejuicios raciales.
No contentos con la magnífica explicación, profundizan en ellas para darnos más detalles. En Dumbo al parecer, hay unos pájaros de color negro que cantan al tierno elefantito y según interpretan los directivos de la compañía, estos animales estereotipan de forma negativa a los negros (o afrodescendientes ¿cómo debemos llamarlos?); en Peter Pan los problemas vienen cuando Wendy y los niños se divierten con los nativos de Nunca Jamás, mostrando una imagen de los indios americanos inapropiada; en Los Aristogatos, resulta que hay un gato siamés con mirada chinesca…y en El Libro de la Selva, el Rey Loui estereotipa a los negros. ¿Un orangután pelirrojo de Sumatra? ¿En serio?
En el encabezamiento hablamos de hurto, es decir, de robo. Porque no se puede definir de otra forma lo que se está haciendo. Que sí, que no es que las hayan retirado, que las han pasado a la sección de contenidos para adultos. ¿Lo están haciendo en serio? Parece que sí.
Podemos además pensar que se trata de una broma de mal gusto, igual que lo del cartel de advertencia que están insertando en algunas películas como Aladdín, donde se anuncia que lo que el espectador va a ver contiene visiones de personajes de otras razas que no se ajustan con la realidad. Claro…es una película…es ficción ¿No? La broma podría ser también que nos toman permanentemente por imbéciles, pero no lo es. Lo hacen porque saben que pueden hacerlo, ya que no hay ninguna consecuencia.
¿Podrían unos cuantos hacer una pequeña campaña de denuncia de este robo en las redes sociales? Sería buena idea. Porque esto ya no se arregla con la bravuconada del típico boicot en Twitter. Esto solo se puede arreglar si de una vez la sociedad civil toma conciencia del poder que tiene como consumidora y empieza a ejercer sus derechos como tal. Empezando por defender el más básico de todos: la libertad.
Porque muchos de estos males que estamos sufriendo proceden precisamente de esa falta de cultura de la libertad. Enseguida hay unos cuantos que piensan para sí mismos: Bueno, si lo hacen por nuestro bien…Señores, ahí es donde reside el problema: NADIE ha elegido a estos personajillos de los consejos de administración para que decidan nada por nosotros. La cultura es conocimiento y forma parte de nuestros derechos el acceso a la misma. Tanto a sus luces como a sus sombras. Y las futuras generaciones tienen el mismo derecho a divertirse cantando el quiero ser como tú o yo quiero ser gato jazz que tuvimos nosotros. Y esto ya no lo digo solo como consumidor, sino como periodista cinematográfico. Queridos señores de Disney, yo decidiré por mí mismo lo que quiero ver, no necesito a nadie que me tutele. Ni lo necesito yo, ni lo necesita nadie. Un consejo: Parad ya con este tipo de gilipolleces. Pensáis que hacéis mucho bien y solo hacéis un espantoso ridículo que, en algún momento, os pasará una factura importante…
