El Festival Internacional de Sitges acogió en su cuarta jornada la secuela que Robert Rodriguez realizó sobre el personaje creado para un falso trailer proyectado en su película Planet Terror. Danny Trejo volvió a empuñar el machete para hacer las delicias de los aficionados a este protagonista rudo, seco y violento, pero con un carisma fuera de serie. Con ‘Machete kills‘, el director norteamericano inundó de nuevo la pantalla con escenas de risa fácil y de una violencia que roza el gore, justo lo que el público que entra a ver este tipo de filmes espera encontrar. Si en la primera entrega el plantel de actores fue ya de lujo, el reparto de su secuela no tiene nada que envidiar. Al insustituible Trejo -con enormes frases, como “Machete no tuitea”- le acompañan Mel Gibson, Michelle Rodríguez, Sofía Vergara, Charlie Sheen, Lady Gaga e incluso Antonio Banderas. El fugitivo mexicano recibe en esta ocasión una misión del mismísimo presidente de Estados Unidos, encarnado por un Charlie Sheen muy parecido al del personaje que interpreta en la famosa serie Dos hombres y medio. Machete deberá enfrentarse a un cártel de la droga para evitar el lanzamiento de un misil contra la ciudad de Washington. Como en la primera película, las sorpresas sangrientas durante las peleas están aseguradas -cruzando en ocasiones los límites de la cordura-, aunque a medida que avanza la trama sí que se echa en falta un humor que enganche de nuevo al espectador, porque los guiños clásicos de este personaje pueden llegar a ser bastante repetitivos. Los efectos especiales vuelven a ser los de una típica cinta de serie B, pero esto, lejos de ir en su contra, aumenta la sensación de empaque de todo el conjunto; de hecho, el desmadre llega a niveles tan altos que no sorprende ni cuando Machete le saca las tripas a un mercenario y las engancha a las aspas de un helicóptero, sin siquiera mover un ápice su rostro. Ya saben, Machete no siente ni padece. Y ojo que no haya una tercera entrega de esta saga, porque se proyectó también un trailer llamado Machete kills again in space, siguiendo la historia tras el final del segundo filme. Machete en el espacio sí que sería algo ya insuperable.
En la localidad barcelonesa también pudo verse ayer la producción estadounidense ‘We are what we are’, dirigida por Jim Mickle. Cuenta la historia de una familia con un hábito un tanto peculiar, del que se van soltando detalles poco a poco para que el público pueda averiguar finalmente el secreto que esconde. Con una cuidada ambientación llevada a cabo en una atmósfera de lluvias e inundaciones, la trama se va construyendo quizá un poco lentamente, pero explicando muy bien la evolución del carácter de los personajes, sobre todo de las dos hijas de la familia. También está muy bien conseguida la tensión en la que se introduce al espectador, ya que, aunque no haya muchas escenas sangrientas, Mickle no deja descansar al público, entregado a tratar de averiguar cómo acabará la trama. Los actores principales desarrollan a la perfección los giros de sus personajes, lo que otorga más credibilidad a la película, aunque, al final, la historia, una vez que se descubre, entre un poco en lo surrealista.
Y para cerrar la jornada matutina se proyectó ‘Coherence’, para el que acudieron a presentarlo su director, James Ward Byrkit, y el actor Nicholas Brendon, famoso por su participación en la serie televisiva Buffy, la cazavampiros. Byrkit ya avisó al público de que era sencillo que se perdieran en la trama. El problema es que, aunque siguieras todos y cada uno de los sorprendentes giros del guión, la historia no tiene final. Y eso, en un filme sobre ideas metafísicas -no quiero desvelar nada de la trama para no hundir las sorpresas que atesora-, es un punto negativo bastante grande. No es difícil imaginarse una historia sobre aspectos que se escapan al raciocinio humano, sino que lo verdaderamente complicado es saber dotarla de un final que cierre el círculo y que, en la medida de lo posible, explique lo que se ha querido contar. En este caso, ese final no existe, con lo que el espectador difícilmente puede llegar a una conclusión sobre lo que ha visto, más allá de que haya conseguido seguir paso a paso el argumento.
Filmada con un reparto coral dentro de una casa, Byrkit juega muy bien con lo que ocurre fuera de esa vivienda y con todas las cábalas que realizan los personajes para tratar también ellos mismos de descubrir lo que está sucediendo. El manejo en ese sentido de la intriga y de la tensión es muy positivo, porque acelera el ritmo de la película, que va dando vuelcos al público cada vez que gira la historia, abriendo nuevos caminos para el desarrollo de la trama. De todas formas, el director ya lo había avisado en la presentación: “No os dejéis llevar por el título, porque la película no es nada coherente”. A pesar de eso y del gran fallo de no saber cerrar el final, es una cinta que merece la pena y que estará entre lo mejor proyectado ayer en Sitges.
3 respuestas
Disiento basante sobre lo que comentas de "Coherence", precisamente su abierto final es lo que hace grande al filme. De momento lo mejor que he visto en lo que llevamos de festival.
@Cinefiloobseso: no he podido verla, pero intentare que el compañero Asier, que es el que ha escrito la cronica, te responda… Un saludo y gracias por pasarte por aqui.
A lo mejor no he explicado bien lo que quería decir. No tengo nada en contra de que el director decida dejar un final abierto, pero en una película con esta temática, mi opinión es que no puedes plantear algo así y no presentar ninguna tésis, dejándolo todo en manos del espectador. Lo que yo pienso que hubiera sido lo correcto, y que hubiera servido para completar una muy buena película, es que en la última parte se hubiera dado algún tipo de explicación o de conclusión, y que después la película diera un nuevo giro final, que es con el que los espectadores se tendrían que haber quedado devanándose los sesos. Pero me reafirmo en que, en mi opinión, el hecho de que el director no se moje por ninguna solución -que es lo verdaderamente díficil en un tema así- es un gran punto en contra. Pero, de todas formas, creo como dices que es de lo mejor que se ha visto en el festival.