Hace unos años, el cine de animación pegó un vuelco con “La Lego Película”, la primera entrega de esta franquicia en la que se dota de vida en cines (ya había varias series de TV, e incluso DVD de películas “pequeñas” tanto de Lego como de franquicias protagonizadas por versiones Lego) a las famosas figuritas de juguete. Triunfó, fue algo inesperado y un producto diferente que ha dado lugar a varios spin offs. Bajo mi punto de vista, el mejor el de Batman sin ninguna duda.
La primera Lego Película estaba bien, partía de una premisa interesante: introducirnos en el juego de un padre y un hijo y como lo viven los propios juguetes. El tema es que esta continuación está bastante lejos de ser igual en calidad que su predecesora. Es más, desgraciadamente, se trata de un producto incoherente y que ha perdido su esencia.
A los personajes de la primera entrega, se suma algunos nuevos. |
La trama nos vuelve a traer a Emmet, el protagonista de “esta saga”. Él, emprende una misión de rescate de Lucy y el resto de sus amigos, entre los que se encuentra Batman, personaje al que han denostado pero que aun así sigue siendo el eje vertebrador de un guion carente de interés, pues el hombre murciélago aporta los pocos momentos de humor verdaderamente buenos de la película.
En La Lego Película 2, sigue habiendo ese tono paródico de la cultura pop que tan de moda está en los últimos años (hemos visto grandes ejemplos en Ready Player 1, Rompe Ralph o en la anterior entrega), pero en esta ocasión, aparece bastante más rebajado, y es ese el principal fallo de la cinta.
Esta producción, que ha prescindido de Phil Lord y Christopher Miller como directores (se encargan del guion), se olvida de su esencia y se transforma en una película que busca adaptarse mejor al público masivo, supuestamente. Así pues y como ya es bien sabido, cuando las cosas pierden su razón de ser, al final no acaban de cuajar ni en unos ni en otros.
Chris Pratt pone la voz a Emmet en la versión original y su personaje hace chistes sobre él mismo |
Por si fuera poco, uno de los peores hándicaps que puede ocurrirle a una cinta de este tipo es que el espectador se aburra. Sí, como digo, hay momentos buenos, Batman, una parodia de Chris Pratt como héroe de acción moderno, pero más allá de eso, me pregunto: ¿Qué queda de La Lego Película 2? La respuesta es clara… poco.
Sinceramente, y tras el buen sabor de boca de las anteriores películas, tengo que decir que realmente me ha dado pena el resultado de la Lego Película 2, pero a veces, la frase “segundas partes nunca fueron buenas”, acaba por convertirse, al menos para mí, en una gran verdad.