Volvemos a la carga con las reseñas rápidas sobre Misfits, y en especial a este capitulo que sin ser especialmente destacable nos ofrece dos nuevas revisiones/homenajes a argumentos típicos de las historias de superhéroes
Por un lado tenemos la trama de Rudy y la perdida de su miembro viril, una historia donde hace equipo con Simon (en plan Team Up) arrastrándose en pos de la redención como si de un héroe caído en desgracia (¿se puede ser mas desgraciado que este tipo?) se tratara.
En el otro lado del cuadrilátero nos encontramos con Curtis, el cual se ve sometido a uno de los traumas más habituales de los superhéroes clásicos del cómic: la pérdida de control de su superpoder.
Sinceramente el capitulo me ha parecido muy flojo, y si no fuera por el cariño que le tengo a los personajes y el clifhanger final, con Seth dispuesto a desatar la fiebre Z, lo destrozaría de forma salvaje.
Lo mejor: que los aficionados a los cómics sabrán sacar las referencias del capitulo
Lo peor: el capitulo sigue la tónica sin chispa de una temporada muy mejorable.
Después de una relación de una noche borracho con una misteriosa chica, Rudy descubre que tiene una extraña ETS con superpoder. Con tan sólo 24 horas para deshacer la maldición, Rudy consigue que Simon le ayude a encontrar a la chica. Mientras tanto, algo raro está pasando con el superpoder de cambio de género de Curtis. Y Seth finalmente encuentra el superpoder que ha estado buscando.
