Una casa se alza sobre una parcela cubierta por hojas otoñales. Unos perros se acercan a la puerta de la cerca, el día es gris y neblinoso. Suenan unos estridentes violines. Y enseguida, a la mente del que esto escribe llegan los créditos con los que daba comienzo a una serie de Sherlock Holmes realizada por Granada TV hace muchos años. No sé si ha sido de forma consciente o no, pero el caso es que, con Puñales por la Espalda (Knives Out), Rian Johnson (Los últimos Jedi / Looper) ha compuesto un relato puramente victoriano.
Esa introducción con la casa de “Puñales por la Espalda” presentada como un ser vivo remarca en todo momento la película, y así, con la casa como protagonista, nos encontramos con una cinta que como si de un cuento gótico se tratase, nos hace pensar fantasmas. Aquí no los hay, aquí hay una familia, cuyo patriarca Harlan Thrombley (Christopher Plummer) ha muerto asesinado y hay que encontrar al culpable. Todo sucede durante una fiesta de celebración de un cumpleaños. Hijos, yernos, nietos, todos son sospechosos y Marta Cabrera (Ana de Armas) y el detective Benoit Blanc (Daniel Craig) se proponen desenmascarar al culpable.
Un juego de espejos, una caza del gato y el ratón, una partida de Mahjong. Juegos. El fantasma de Harlan está presente en todo momento en cada uno de los elementos que componen el excelente guion de Puñales por la Espalda, un guion donde todos los personajes tienen un papel importante y donde, con gran habilidad, se entremezclan dos estilos de investigación clásicos, la deducción fría de Holmes y la observación imparcial de Poirot, todo ello también entremezclado con los diferentes caracteres de ambos detectives que se fusionan en el personaje de Craig logrando que olvidemos que este actor es James Bond y mostrándonos sus capacidades interpretativas.
Lo mismo se puede decir de Jamie Lee Curtis, Don Johnson, Michael Shannon, todos ellos habituados a personajes más bien dramáticos y que aquí tienen grandes momentos de comicidad muy negra. Además de que el texto en sí mismo ayuda mucho, haciendo un homenaje a la literatura de misterio, también a clásicos del cine noir y repasando la actualidad social americana, Trump, la inmigración y los diferentes prejuicios de la high society de la feria de las vanidades.
Rian Johnson demuestra una vez más que es un gran director y un gran escritor cinematográfico, con gran capacidad para llevar al espectador hacia un punto concreto y después decirnos claramente que nada es lo que parece. Sí, quizás ya son varias las películas excelentes que van apareciendo en este blog, pero bueno, es que cuando algo es sobresaliente hay que decirlo, especialmente si esa excelencia nace de la sencillez. Puñales por la Espalda es exquisita. Como diría Borges, uno de los mayores placeres de la vida es leer una novela de Sherlock Holmes con una taza de té, pues ahora ese té merece ser disfrutado también con esta nueva película de Rian Johnson.