Warner no esperaba el éxito que tuvo el capítulo primero de esta nueva adaptación de IT, el clásico de Stephen King realizada por Andy Muschietti (Mamá). De hecho, la primera parte estuvo concebida como una película de bajo presupuesto en la que no había demasiadas expectativas. Fueron 35 millones de presupuesto, y acabó recaudando más de 700 millones en todo el mundo. Y desde entonces muchos se han preguntado qué es lo que ha contribuido a que esto se convirtiera en un fenómeno mediático, cuando llevamos mucho tiempo en que el terror es un género minoritario.
Pues bien, para responder a estas cuestiones me remito a dos cosas que mencioné en mi crítica de la primera entrega, dos elementos que se han cumplido con el estreno de esta segunda parte. Por un lado, dije que la primera tiene un fallo importante: el tono. Y claro, niños en bicicleta, años 80…las comparaciones eran muy fáciles…pero es que además el tono del film no ayudaba precisamente a que no se buscaran los parecidos. Porque Stephen King nunca se ha caracterizado por ser un escritor light en cuanto a miedo, tendrá obras más suaves que otras eso está claro, pero IT no es una de ellas, es violenta, es cruda, y refleja muy bien la adolescencia y el paso de esta a la edad adulta, donde los jóvenes no son santos precisamente. Y por otro lado dije que no se podía valorar bien la primera entrega sin tener la segunda, por la sencilla razón de que IT es una historia única dividida en dos partes. Y es sobre estos ejes sobre los que va a pivotar mi crítica. Tranquilos que no voy a hacer ningún spoiler. Vamos allá.
Todos en mayor o menor medida sabemos de qué va esta continuación. Pennywise regresa 27 años después para volver a matar, y con él, regresa el Club de los Perdedores, es decir, Bill, Beverly, Richie, Ben, Mike, Eddie y Stan, los chicos que le hicieron frente siendo unos niños.
Ahora vuelven convertidos en adultos, pero por delante tienen una tarea muy complicada: recordar los niños que fueron y recuperar su identidad. Hasta aquí diré del argumento. Y es que la obra de IT lo que refleja es precisamente esto, los traumas, las heridas del pasado, el cómo nos enfrentamos a ellas y salimos adelante. Precisamente en esta nueva película vemos muy bien reflejado esto, que es la esencia de la novela y es por lo que no podemos analizar las dos películas de forma independiente. Ambas cintas se complementan, y este es el principal acierto del guión de Gary Dauberman, el hecho de que ves claramente la continuidad entre ambas entregas. Y aquí se ha pulido la cuestión principal: que esto tiene que dar algo de miedo. Pero se sigue notando que es un terror mucho más comercial, ajeno por ejemplo al espíritu que prima en los Expedientes Warren, películas mucho más perturbadoras por su oscuridad. Aun así, este IT Capítulo 2 sin duda es más perverso que su predecesor y tiene un Pennywise mucho más cercano a como es en el libro, la concepción del personaje ha cambiado un poco, sigue siendo violento pero actúa más como un payaso, como un lobo con piel de cordero; y el reparto encabezado por James Mcavoy, Jessica Chastain y Bill Hader sin duda brilla, reflejan muy bien a sus personajes, conectan bien con su identidad adolescente al mismo tiempo que luchan por ser unos adultos mejores.
Poco más voy a decir porque hay susceptibilidad de spoilers y pretendo guardar la sorpresa para que todos vayáis a verla. En general ha sido una buena adaptación, una modernización interesante del libro, del cual solo se han prescindido de dos subtramas que a lo mejor están más presentes en la hora suprimida del montaje original pero que tampoco es que suponga un problema. Solo me queda desearos que la disfrutéis y si puede ser en el nuevo formato ScreenX de Kinépolis, pues todavía mejor.
