La nostalgia es un sentimiento que vende mucho, especialmente en el cine de unos años a esta parte. Lo vamos comprobando con los reboots y nuevas versiones. Y hace unos pocos años, Sylvester Stalone se unió a esta nueva moda trayéndonos de nuevo la esencia de Rocky, pero esta vez, sería con el hijo de Apolo Creed, Adonis, interpretado por Michael B Jordan, una gran promesa que va demostrando que es mucho más que un forzudo de acción. Stallone volvió como el mítico Rocky Balboa para ser el entrenador de Adonis.
La primera parte está a medio camino entre el reboot y el inicio de algo nuevo. Nos trajo un buen drama que respetaba las esencias de la primera película, y al mismo tiempo, trasladaba de forma muy interesante la lucha, el combate, a otro nivel; la enfermedad. Personalmente creo que fue una cinta muy emocionante y ahora, se repite el ejercicio en esta nueva entrega, donde hay una evolución de Adonis como personaje y donde Stallone insinúa una posible retirada de la franquicia para dejarle más sitio al nuevo protagonista.
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| Ivan Drago y su hijo en Creed II |
Y en esta ocasión el combate es más personal que nunca, porque vuelve un fantasma del pasado. Ivan Drago quiere la revancha, quiere recuperar el prestigio que perdió años atrás, y para ello utiliza a su hijo Víctor, una joven promesa del deporte, que está además muy dividido entre la lealtad a su padre y ser un campeón de verdad; un elemento que el guión de la película no termina de explotar del todo y que resultaba muy interesante. Este es quizás el único pero que le puedo poner a Creed 2. Porque en el fondo, lo que subyace es intentar traer de nuevo los ecos de aquella Rocky IV, con menos contenido político (aunque se vislumbra ahora la nueva rivalidad entre USA y la Rusia de los oligarcas) y esto hace que la cinta sea un producto más dirigido a los fans tradicionales, a los que hemos crecido con esta franquicia, que a las nuevas generaciones.
Aun así, creo que si algo pone de manifiesto CREED 2 es que tenemos historia para rato y que posiblemente nos reencontremos con Rocky de nuevo. Emocionante, muy bien realizada. Se disfruta enormemente y eso es lo que cuenta.
