DC ha encontrado su lugar en el panorama de películas superheroicas. En otros artículos ya comentábamos que acabarían hallando un estilo personal que les diferenciaría de Marvel y seguramente para mejor. Muchos profetizaron que con Zack Snyder no iban a ninguna parte, y también seguramente estos mismos agoreros sean los que ahora piden ver el Snyder´s Cut de la Liga de la Justicia. Paradojas de la vida. El caso es que ahora tienen un camino trazado. Más bien una doble vía: por un lado, películas de presupuesto alto dedicadas a los personajes más icónicos como Wonder Woman o Batman, y, por otro lado, cintas de bajo presupuesto y que además tengan un sello personal de autor como la masterpiece Joker. Aves de Presa ronda los 75 millones. No es un presupuesto alto, y sin duda, tiene un sello personal. Tan solo sea porque el personaje de Harley Quinn pertenece a Margot Robbie y su productora, de tal forma que todo lo que concierne a la enloquecida novia del Joker, lo decide la actriz, una tendencia que ya se viene dando con Ryan Reynolds y Deadpool, y con Dwayne Johnson y su próximo Black Addam en Shazam. Los actores se adueñan de personajes, se buscan sus propias franquicias y se las producen ellos mismos, al margen de los estudios.
Y puede ser cierto que esto de buenos resultados porque Aves de Presa, sin duda es un soplo de aire fresco, además de que es sin duda de las mejores películas de acción que se pueden encontrar en el subgénero de los supertipos. Porque decir que esta cinta es de superhéroes es mentira, pero tenemos la manía de etiquetarlo todo para simplificarnos la vida, por lo que diremos que la cinta de estas antiheroínas se engloba dentro de los superhéroes.
Margot Robbie y Ewan McGregor… entre otros |
Bien, la película Aves de Presa (Birds of Prey) nos la narra la propia Harley “como a ella misma le sale de los ovarios”. Nos relata un breve prólogo para los que aun no la conozcan en el que se explica de forma abreviada su origen y después nos lleva al punto de partida de la cinta: su ruptura con el señor J, su pastelito, o sea, el Joker. Y esto supone que pierde la protección, por lo que se convierte en blanco de mercenarios y asesinos diversos; a esto hay que añadir que Máscara Negra (un brillante Ewan Mcgregor) busca un diamante en el que se ocultan cuentas bancarias de un antiguo líder de la mafia de Gotham. ¿Cómo se entremezclan las locuras de Harley con la búsqueda de la joya? Pues tendréis que ir al cine para averiguarlo.
Aquí lo que interesa es destacar principalmente dos cosas: primero, el tono de Escuadrón Suicida sigue presente en esta cinta, y funciona mucho mejor que en su cinta precedente, por supuesto porque Margot Robbie es una gran actriz y aquí desarrolla mucho mejor su personaje, mostrando no solo su lado más sicalíptico sino que también tiene una gran inteligencia y un código moral muy particular. Una villana de aquella manera vamos. Y por otro lado, la estructura narrativa, muy loca, con saltos temporales que obligan al espectador a estar muy atento a los acontecimientos.
En Aves de Presa nos encontramos a Harley, a Canario Negro, a la Cazadora, a una joven Cassandra Kain (futura Batgirl) y a Renee Montoya (una agente de la GPD) |
No es que sea una película difícil de entender pero en fin, hay que prestar atención a los detalles y a los cambios de tiempo. Y no perder de vista tampoco el subtítulo de la película: la fantabulosa emancipación de Harley Quinn, porque hay un subtexto muy interesante acerca del concepto emancipatorio, una evolución personal de Harley de la dependencia psicológica hacia su fortaleza interior para sobreponerse a todo. La directora, Cathy Yan, demuestra además que las escenas de acción no son ningún problema y como ya pasara con Aquaman, son de las mejores escenas rodadas en una cinta de este tipo, muy en la línea de lo que podemos ver en John Wick, combates bien hechos con planos generales donde vemos y percibimos bien los golpes y los disparos. Algo que se diferencia con Marvel donde la acción abusa de primeros planos y de un montaje más frenético.
En definitiva, Aves de Presa nos sumerge de nuevo en los bajos fondos de la ciudad del murciélago, pero desde una óptica muy diferente, muy pegada al estilo del cómic (aunque las aves de presa de las viñetas son en concreto Batgirl y Canario Negro) y que sin duda es un placer para los sentidos. Nunca la emancipación había sido tan divertida.