Superro, de David Ramírez [Reseña]

Superro, un cómic de David Ramírez

En mi afán por volver a reactivar De Fan a Fan, voy a empezar a sacar trabajo acumulado, y para ello, empezare con este cómic de la editorial Fandogamia que lleva tiempo en mi lista de pendientes.

Superro (no confundir con Super Perro), es una obra de David Ramírez, un autor al que descubrí durante la época dorada de los fanzines en España y del cual tengo bastante material en casa.

Para quienes no lo conozcáis, comentaros que es el padre del Niñotaku, ese personajillo que se paseaba por las páginas del Kame (uno de los fanzines más populares de los 90) y cuyas aventuras fueron recopiladas en un flip-book junto a las tiras que Cels Piñols realizaba en dicho fanzine al estilo Fan con Nata.

Tras eso, pude leer sus colaboraciones en Fanhunter Reburn y Dragon Fall GTI (también en mi biblioteca), y la verdad, tras mantenerme un tiempo apartado de este mundillo le perdí la pista, hasta ahora.

Gracias a Fandogamia Editorial he podido leer una de sus últimas obras, y aunque la pille con ganas debido a la nostalgia que me despertaba su autor, tengo que decir que Superro no me satisfizo cuanto esperaba.

Páginas Superro David Ramírez
Estos son los colores de la edición original de Superro, y tengo que decir que en la que tengo en casa se ha mejorada muchísimo

Superro sigue las aventuras de un tipo bastante cegato que pulula por Barcelona y que como Matt Murdock, tiene una identidad secreta como superhéroe. Este deberá enfrentarse a la amenaza que supone su mayor enemigo, el Chef Caníbal, un tipo que aglutina tópicos de los villanos clásicos y que disfruta construyendo robots gigantes y comiéndose famosillos y no tan famosillos.

La aventura que presenta Superro incluye a la hija del Chef Caníbal, una chica con sobrepeso que Perro (bueno… de Pel-Lo) y si bien, hay algunas cosas que me han hecho gracia, en general es un volumen que no ha terminado de satisfacer.
canta en opera y a una china espía disfrazada de

Portada Superro David RamírezSinceramente, no tengo ninguna pega sobre el estilo de dibujo de Ramírez y los homenajes que se marca a otros títulos de la cultura popular, pero no he conectado ni con la historia ni con los personajes pese a mi afición por el humor absurdo.

Por lo demás, estamos ante un volumen ideal para completistas de la obra de un autor, pero, pese a que no me gusta hablar sobre el precio de los trabajos de otros, tengo que decir que su precio (8€), me parece un poco excesivo para un volumen corregido y revisado creado en su día para una acción comercial conjunta con Movistar y que se estuvo regalando en el Salón del Cómic de Barcelona de 2009.

Desde luego, no seré yo el que diga que su autor debe regalarlo, pero con los tiempos que corren, no serán pocos los que pensaran como yo.

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