El género del fin del mundo sigue dando su juego, no solo en su vertiente más juvenil (véase Los Juegos del Hambre o Divergente) sino también en su lado más adulto, y además, buscando nuevas fórmulas alejadas de los zombis (The Walking Dead se agota cada vez más).
Este año, tenemos ya dos muestras claras de esto; por un lado, el estreno en cines de Un lugar tranquilo, dirigida por John Krasinski, un producto fallido, bastante flojo, en el que los protagonistas no podían emitir ningún sonido, pues hay unos monstruos bastante sensibles a la contaminación acústica, argumento inane donde los haya. El otro, lo veremos este 21 de diciembre en Netflix gracias a “A ciegas”, una apuesta por este género con una cinta producida y protagonizada por Sandra Bullock, que es un producto bastante superior a los mencionados con anterioridad.
A CIEGAS no es que sea tampoco una obra de arte que busque pasar a la historia del cine, pero sí que reúne bien los ingredientes de la fórmula apocalíptica y además le añade personajes que pueden llegar a ser interesantes, especialmente el de la protagonista.
Cierto es que estas películas a nivel general suelen fallar en el perfil de los personajes, es decir, resultan ser muy sencillos y en algún momento planos. Pero la virtud que tiene “A ciegas” es precisamente que es capaz de contarnos el relato en formato flashback, de tal forma, que comprendemos un poco mejor a la protagonista, Malory (Sandra Bullock) y entendemos por qué hace lo que hace.
“A Ciegas” es un film que logra mantenernos en tensión permanente. Creo que esto es, al menos, lo mínimo que se le puede exigir a este tipo de cintas (era lo mejor de “En un lugar Tranquilo” ); además contiene buenas escenas de acción y algún momento gore nada desdeñable.
Bullock vuelve a demostrar que es una gran actriz y que la edad no influye para nada en las cualidades actorales, por mucho que la industria piense que pasada ya cierta edad, las actrices y los actores ya no sirven para nada, una injusticia que este tipo de plataformas viene a subsanar porque aquí pueden desarrollar sus propios proyectos sin necesidad de contar con el beneplácito de los cretinos de marketing y supuestos sociólogos y contables de los estudios.
A CIEGAS no nos cuenta nada nuevo, y al mismo tiempo sí que lo hace, porque contiene un subtexto de carácter político interesante referido a la ceguera voluntaria que todos mostramos por miedo a encontrarnos con que la realidad puede asustar y contener horrores. Una película estupenda con la que Netflix demuestra que sigue apostando por la calidad.
