Toe Tags de George A. Romero

Toe Tags bebe directamente de los orígenes del zombi. El guión de este comic corre de la mano, de ni más ni menos, que del señor que convirtió a los tristes zombis haitianos (esos del vudu que solo eran peligrosos si te metías con su amo) en una horda de devoradores de carne humana: George A. Romero.

En Toe Tags, se nos plantea un presente dominado por una plaga de muertos vivientes que van de ciudad en ciudad en busca de comida. Comandados, por unos personajes que responden a los nombres de Rasputin y Gengis Khan, mantienen en jaque a las autoridades mundiales, que poco a poco van viendo como los muertos serán los vencedores de esta guerra tan atípica.

Entre toda esta muerte, una chica en busca de su novio, descubre que la desgracia también le ha llegado a el, pero que a diferencia de los demás zombis, el mantiene los recuerdos de su vida anterior, y ha dominado la sed de sangre que sus compañeros no-muertos no consiguen evitar.

Estigmatizado por las heridas que sufrió al morir, este “medio-zombi” acompañara a su antiguo amor en busca de respuestas y un sitio seguro.

El comic, genialmente ilustrado por Tommy Castillo (Grimm Fairy Tales y Batman: Leyendas del Caballero Oscuro), lleva publicado desde principios de 2005 y Planeta deAgostini, lo ha rescatado para España bajo el sello “Géneros DC”. Impreso en un solo tomo (es una serie limitada de 6 números) con un formato bastante simpático, dicho comic tiene uno de los peores guiones que he leído en mucho tiempo. Lo que empieza con un personaje muy original (un zombi con sentimientos, que tiene injertado en el brazo un cañón y que como mascota tiene un elefante ultra protector) acaba siendo un verdadero despropósito consiguiendo que incluso la patética “Diario de los muertos” resulte una obra de George Romero mucho más importante que esta.

La historia, no para de dar saltos, y los personajes aparecen y desaparecen a gusto del autor. Los diálogos rozan lo surrealista, y la trama es prácticamente inexistente, por no hablar del apresura y patético final. Además, lo que se ha querido vender como una evolución en el genero zombi (por que aquí se agrupan y hablan entre ellos de que tienen hambre) solo hace suscitar mas dudas sobre esta lamentable obra.

En resumen, un comic con un acabado artístico estupendo pero con un guión que no aporta nada y que no consigue transmitir la idea original del creador: Si los hombres, por naturaleza violentos, pueden elegir entre el bien y el mal, ¿por que los zombis, por naturaleza devoradores de hombres, no pueden elegir entre comer o no comer humanos?.