Crítica de “El Amanecer del Planeta de los Simios”: Correcta, funcional y digna de ver

Tres años después de que Ruper Wyat y Fox nos sorprendieran con una estupenda precuela de la saga “El Planeta de los Simios”, nos llega la continuación de esta historia que ha arrasado en la taquilla USA y de la que, a continuación, os comentamos nuestras impresiones.
Crítica de "El Amanecer del Planeta de los Simios"

Era de esperar que tras el éxito de El Origen del Planeta de los Simios y con una saga emblemática a sus espaldas, la nueva película de Matt Reeves (Monstruoso) se apoderara de la taquilla veraniega, y si bien, hay que decir que se trata de un film menor en comparación con la anterior entrega, este hecho no resta valor a una película bien desarrollada que pone de manifiesto la afición que aún existe por los clásicos de la ciencia ficción que se estrenaron a finales de los 60.

“El Amanecer del Planeta de los Simios” nos sitúa diez años después de los acontecimientos vistos en la anterior película, y nos muestra un planeta Tierra en el que la raza humana se ha visto diezmada por “la gripe simia”, una enfermedad derivada de la experimentación que dio origen al “alto salto evolutivo” de Cesar (¿Caesar?) y Cía.
Mientras que la especie humana lucha por no extinguirse, Cesar se esfuerza por mantener a los simios unidos en una comunidad que, al igual que los antiguos neandertales, experimenta con acciones como la caza y la ganadería para mejorar su estatus, y aunque son conscientes de que las ruinas del antiguo mundo dominado por los humanos está a su alcance, prefieren mantenerse alejado de los posibles supervivientes de esta especie.

Jason Clarke es Malcoln la conexión humana de "El Amanecer del planeta de los Simios"
Los humanos buscan una oportunidad de prosperar reestableciendo el suministro eléctrico a partir de una presa y su central hidroeléctrica

Como era de esperar, surgen encontronazos entre humanos y simios, y en un ejemplo de lo cercanos que ambas especies se encuentran entre sí, vemos como el conflicto surge de forma familiar por culpa del miedo, las ansias de poder y el mal uso de recursos que, en este caso, y con reminiscencias de homenaje a “la Asociación del Rifle” que durante tantos años fuera encabezada por el protagonista de la película original (Charlton Heston), aparece en forma de arsenal.

A diferencia de la anterior entrega, “El Amanecer del Planeta de los Simios” tiene una clara inclinación por el espectáculo y la acción, y si bien, estos son campos en los que su director, Matt Reeves se encuentra cómodo, también encontramos momentos para la reflexión, la celebración, el drama, la nostalgia y, por supuesto, el homenaje a la saga clásica, ya que empezamos a vislumbrar algunos de los elementos que eran “marca de la casa” en esta conocidísima franquicia, como son los humanos enjaulados y los simios a caballo esgrimiendo armas.

Imagen de "El Amancer del Planeta de los Simios"
Banderita al cato e imagen del conflicto simio/humano
En el campo interpretativo, hay que admitir que el mayor peso recae en sobre Andy Serkis (El Señor de los Anillos), Jason Clarke (La noche más oscura) y Toby Kebbell (El Príncipe de Persia), quienes en sus papeles del bondadoso Cesar, el práctico y humilde humano Malcolm y el atormentado Koba tienen total protagonismo frente a unos poco aprovechados Keri Russell (The Americans), Kodi Smit-McPhee (La Carretera) y Gary Oldman (Drácula), quienes ostentan papeles bastante simplones en un film que como era de esperar, se centra mayormente en los simios, los cuales, gracias a las técnicas de captura de movimiento, el avance de la tecnología CGI y unas grandes interpretaciones “simiescas”, consiguen que las criaturas sean 100% reales a pesar de algún patinazo en los FX que para nada resta puntos al film.
Por lo demás, la cinta tiene un buen ritmo, ni aburre ni peca de exceso de elementos en pantalla, algo difícil de lograr en estos días donde se piensa que “más es mejor”.

Toby Kebbell es Koba en "El Amanecer del Planeta de los Simios"
Koba (Toby Kebell) da vida al mono maltratado en laboratorio que propiciara el conflicto humano / simio
De tener que ponerle alguna pega (al margen de un final menos redondo que la cinta de 2011 y claramente orientado a rodar una nueva secuela), diría que la banda sonora no consiguió emocionarme tanto como ocurriera con la primera entrega, y que si bien es más que correcta, nadie incidirá especialmente en ella. Además, el 3D se me antoja totalmente innecesario y no aporta prácticamente nada a un film de corte bastante tradicional que será continuado en una nueva e innecesaria entrega.
Antes de acabar, y de invitaros a que os gastéis las pelas en ella (porque merece la pena) decir que el film incluye algunos detalles que te harán exclamar un WTF! (cámaras cuya batería dura más de diez años, publicidad cantosa de Apple) y que si bien, no es algo que desvirtué al conjunto, nos hace ver, de forma más descarada que la publicidad de Telecinco (véanse los desayunos de “Médico de Familia” y “Los Serrano” donde todos los productos muestran sus etiquetas a las cámaras), hasta donde pueden llegar ciertos pactos “económicos” en vistas a obtener publicidad explicita tras la aportación de capital en un film de estas características.

Andy Serkys es Cesar en "El Amancer del Planeta de los Simios"
Andy Serkys interpreta magistralmente a Cesar, el simio protagonista y mas humano del film
En fin… id a vedla y, por supuesto, olvidaos de ver a Melody haciendo el baile del gorila, eso solo ocurriría en caso de que Santiago Segura, los “Chanantes” o el que suscribe dirigiera esta película…

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2 respuestas

  1. En lo de que no sobran elementos, no estoy del todo de acuerdo. Creo que incide demasiado en lo mismo durante demasiado rato. Se puede ver y resulta entretenida, pero es inferior a su antecesora. La carga dramática no funciona debidamente.

  2. Sólo quería comentar un detalle: lo de la cámara con la "batería infinita" estuvo bien pensado ya que, si os dais cuenta de un detalle, la cámara está enchufada y César la desenchufa antes de encenderla. O sea, que al restablecerse la corriente, la batería se carga. Bien pensado!

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