Si tuviera que elegir una sola película de todas las que he visto en el SEFF de este año, sin duda, esta sería la elegida, no solo me pareció una buena apuesta, me hizo vibrar en mi asiento, me hizo llorar y reír, me hizo querer más, y sobre todo me recordó muchos momentos de mi vida de instituto. “Class Enemy” es una película eslovena dirigida por Rok Bicek y que bien merecía estar en el Festival, mejor película en la Semana de la Crítica de Venecia y seleccionada para los Oscar.
Con el curso a punto de acabar, entra como sustituto Robert, un estricto profesor de alemán, que pronto se ganará el apodo de “el nazi”. Frío y racional, a raíz de un trágico incidente terminará catalizando una rebelión en las aulas, de una manera bastante inesperada.
La trama de esta película podrá pecar de simple, pero cierto es que destaca precisamente por eso, por su simpleza, destaca porque consigue mantenerte en vilo y atento durante sus 112 minutos desarrollando a unos cuantos personajes en tres localizaciones contadas.
Para su primer film el director esloveno Rok Bicek toma prestada su propia experiencia personal para mostrarnos la evolución de una política educativa un tanto especial y es que Robert, el nuevo profesor de alemán, utiliza una metodología de aprendizaje basada en el esfuerzo, el orden y la disciplina, una metodología contraria a lo que se viene dando durante los últimos años en todas las clases de Europa.
Hay que destacar la naturalidad de todos y cada uno de los actores al dar vida a los distintos personajes, todos representando una imagen fidedigna de la sociedad. Es increíble como Bicek desarrolla la historia de manera que salgan a relucir los complejos y la forma de ser de todos los personajes (no solo de los adolescentes, también los de los adultos). También me gustó especialmente el hecho de que los actores tengan las edades de los personajes que representan, me encantó ver la naturalidad con la que estaban maquilladas sobre todo las niñas, ya que actualmente, lo que solemos ver en el cine, son niñas de 17 años con caras sin imperfecciones, y no debemos olvidar que esa es, precisamente, la edad del acné y de los cambios.
También tengo que hacer hincapié en las localizaciones de este film, ya que, aunque parezca imposible, todo está rodado en tres o cuatro localizaciones. Y es sorprendente que en ningún momento echemos en falta nada más, ningún sitio más.
El único punto negativo, y más que negativo diría poco acertado en mi opinión, es el haber prescindido de trípode para todas y cada una de las tomas, ya que en ocasiones los planos tiemblan demasiado (a mi sinceramente me mareó un poco). Pero bueno, supongo que es un pequeño traspiés, y seguramente, algún purista me dirá que le da más realismo, cosa que no niego, pero a mi me resultó un poco molesto.
Una película que nos hace darnos cuenta de que los niños de hoy serán los hombres y mujeres de mañana y que darles la educación necesaria para que piensen y tomen parte en las cosas que le preocupan es fundamental. Este profesor los deja volar como si de adultos se trataran y los obliga a reflexionar, quizá de una forma que los propios alumnos no son capaces de apreciar, este profesor, a pesar de los insultos y de la rebelión de sus estudiantes, los hace crecer.
En definitiva, es una bomba de relojería que sacude nuestro yo interno, desde el principio podremos sentirnos cercanos a ella, y al finalizar su visionado no nos queda más que aplaudir a su valentía, a su veracidad, a su honestidad, a su realismo. Recomendada sin lugar a dudas, una joya como pocas.