Desde Yermo Ediciones, me llega una nueva adaptación a papel del clásico King Kong. Lejos de ser un cómic al uso, esta versión escrita por Michel Piquemal e ilustrada por Christophe Blain es más bien un relato ilustrado en el que, a través de un guion sencillo y unas ilustraciones fantásticas se vuelve a contar la historia clásica que concibieran Edgar Wallace y Merian C. Cooper para la película de 1933.
Así pues, y casi como de un cuento se tratara, este King Kong nos narra el proyecto de un director que, en plena Gran Depresión, consigue hacerse con un equipo para rodar una película en la que los protagonistas serán una guapa damisela y un gorila gigante.
Como ya sabréis, el proyecto no sale como se esperaba y tras un golpe de suerte en el que consiguen hacerse con un semidios animal gigante y trasladarlo a Nueva York para exponerlo como un espectáculo de circo, Kong acaba despertando y destrozando media ciudad en la búsqueda de la damisela que se le había ofrecido como sacrificio en su isla.
Tras eso, lo típico, rascacielos, gritos y la muerte del gigantesco ser en una dantesca versión de la Bella y la Bestia en la que, nuevamente, la bestia no era tal y como la pintaban.
En esta versión, tenemos el relato simple y puro. Nada de dinosaurios y con solo una serpiente
gigante y la mítica puerta como elementos diferenciadores.
Como digo, una versión fiel al original y que personalmente, creo que es una de esas obras que están destinadas a coleccionistas, en este caso, del clásico gorila gigante de los años 30.
Un diez para sus ilustraciones y los estupendos acabados de esta versión en papel del clásico King Kong.