Una de las mejores cosas que tiene estar en la blogosfera es que puedes hacer contacto con autores de forma mas fácil de lo que te piensas, y si bien en ocasiones este tipo de relaciones se limitan al “Hola”, “Aqui tienes” o “Me Gusta”, he de decir que con Alejandro Castroguer he podido disfrutar de buenas discusiones vía facebook, y un estupendo encuentro cara a cara en el que mostrarnos directamente nuestras opiniones.
Sobre el puedo hablar con bastante propiedad tras haber leído bastante de su material escrito (tanto su novela “La Guerra de la Doble Muerte“, como relatos incluidos en antologías como “Tenebrae” y “Para mi tu carne“) y aunque parezca que he sido muy crítico con el, admito que me he vuelto uno de los habituales a su trabajo, por lo que al enterarme de que su próxima novela estaba a punto de salir al mercado no he podido evitar mostraros una de las que será, sin lugar a dudas, una de mis próximas adquisiciones.
“El Manantial” se engloba dentro de la línea Z de Dolmen Editorial, y aunque no tengo muy claro si salen zombis en ella (creo que si… ya que sería absurdo encajarla dentro de esta línea), tanto la portada, como la sinopsis y algunos detalles de la edición, anuncian que estamos frente a una novela cargada de violencia y mucha mala leche sin la necesaria aparición de nuestros amigos “los podridos“.
A pesar de que las novelas de esta línea publicada por Dolmen tienen portadas muy atractivas para los amantes del género Z, he de decir que la obra que Alejandro Colucci (ilustrador uruguayo habitual de Dolmen) ha realizado para la novela de Castroguer, me parece con diferencia el mejor trabajo realizado para la editorial, algo que sin duda, y tras leer la siguiente y original sinopsis de esta novela, la convertirán en uno de los productos más vendidos de esta editorial que tan fuerte apuesta por los autores nacionales.
Quince años después de la Noche del Desastre, sólo quedan las ratas y la apuesta por la supervivencia (stop). La Enfermedad ha resultado peor que el mismísimo Diluvio bíblico (stop). Los vivos bastante tienen con conservar el pellejo (stop). En un instituto medio abandonado en mitad de una ciudad fantasma sobreviven Abel y Verona (stop). Eran unos críos cuando sucedió el Desastre (stop). Quince años después se han convertido en dos verdaderos hijos de puta (stop).
El libro incluye un sello en la portada, advirtiendo que es una lectura recomendada para mayores de 18 años, y aunque pueda parecer una buena jugada de marketing (particularmente me encantaba tener discos de música con la pegatina “Parental Advisory“), estoy seguro de que Alejandro no nos defraudara, sino que nos dará lo que promete en esta nueva novela a la que le deseo todo el éxito del mundo.
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6 respuestas
Le tengo ganas a esta novela. Luego me acercaré a ver si ya está en mi librería habitual.
Esperaré a leer tu reseña pero tienes razón la portada atrae sin remedio.
Un beso!
@Alcorze: creo que todavia no esta a la venta…
@Lesincele: cuando lo tenga entre manos y termine de leerlo te dire que tal.
Deciros, Kin y demás amigos, que sí salen zombis, aunque no se les nombra como tales. Pero en esta sí que son el fondo del escenario, el pretexto para mostrar la crueldad de los supervivientes.
Y sí, lleva esa etiqueta porque se lo pedí al editor, y dada su crudeza.
Un abrazo.
@Alejandro Castroguer: Me encantan las historias salvajes… y con tanto enfasis en esto hay muchas ganas de pillar la novela ya.
Otro abrazo para ti Alejandro