El amor entre vampiros recala en Sitges 2013 (Crónica día 7)

Gallow Hills, Sitges 2013
Interesante jornada matinal la vivida ayer en el Festival de Sitges, en la que todas las películas proyectadas llegaron a un cierto nivel de calidad. Quizá la más floja fue la primera de ellas, ‘Gallows Hill’, dirigida por el español Víctor GarcíaHellraiser: revelations o Reflejos 2-. Se trata de un filme de terror en el que se aúnan una casa abandonada en mitad del monte con una niña poseída. La historia se localiza en Colombia, país al que el protagonista acude con su nueva novia para tratar de convencer a su hija de que vaya a la universidad. Tras un accidente en coche debido a la lluvia, el grupo -formado también por el novio de la hija y la excuñada del protagonista- recala en un hostal cerrado desde hace más de 30 años para pasar la noche y esperar a que escampe la tormenta. Sólo un viejo reside en el lugar, aunque pronto se desvela que algo oculto se esconde en el sótano. El largometraje de García está correctamente filmado, pero no aporta nada nuevo al género, ya que los sustos que presenta son bastante recurrentes en esta clase de filmes; y la trama, a pesar de que consigue medianamente mantener la atención del espectador, tampoco contiene giros que cojan por sorpresa al público. Sin más pretensiones, la cinta puede servir para pasar un rato entretenido, pero no durará demasiado en la retina de los aficionados al género de terror.

Gallow Hills, Sitges 2013
Me hubiera gustado ofreceros el trailer, pero no esta en la red (WTF??)… asi que solo puedo traeros el poster de Gallow Hills

Le siguió el thriller israelí ‘Big bad wolves’, dirigido por Aharon Keshales y Navot Papushado. La historia que cuenta -secuestros y asesinatos brutales de niñas- se centra en tres personajes: un policía que, convencido de que uno de los sospechosos es el asesino, se salta la ley para tratar de que confiese sus crímenes; el padre de la última víctima, que también recurre a medidas expeditivas para intentar que el asesino revele el paradero donde enterró una parte del cadáver de su hija; y el principal sospechoso de haber cometido el crimen, que niega siempre haber sido el responsable. La construcción de estos tres personajes está muy bien realizada y sobre todo en la figura del policía se muestra perfectamente la evolución de su carácter a medida que se descubre la trama. Aderezada con perlas de humor negro y escenas de una violencia contenida pero muy explícita, la historia guarda alguna que otra sorpresa hasta desvelar el auténtico final, al que el espectador puede llegar por sí mismo si une todas las pistas repartidas por el filme. Los actores resuelven con brillantez sus papeles, en especial el del padre de la niña asesinada, con un carácter utilitarista en el que el sadismo no resulta para nada incompatible. De hecho, la película trata de transmitir, y así lo expone su título, que todos somos capaces de sacar un lado oscuro y peligroso cuando algo se nos pone entre ceja y ceja. Recomendable filme, que se ha colado entre los mejores de la sección oficial del certamen español.


La siguiente entrega de la mañana también estará entre las mejores películas de Sitges, hasta quizá en su puesto más alto, siempre, claro está, que se comulgue con la obra de su director. Se trata del largometraje de Jim Jarmusch,Only lovers left alive‘. Si no se es aficionado al cine de Jarmusch, esta obra les parecerá eternamente larga y lenta, y excesivamente pretenciosa dentro del mundo cool del director estadounidense. Si su caso es el contrario, les encantarán las sensaciones que transmite a través de una historia de vampiros nada común. La película cuenta la historia de amor entre dos de estos no muertos y cómo su elevada edad y todas las experiencias vividas no encajan con los tiempos actuales. Ambos sobreviven teniendo el mínimo contacto con el mundo que los rodea y queriendo pasar desapercibidos, aunque dejando su firma en la cultura de la humanidad. La historia es bastante simple, ya que en las dos horas de metraje tan sólo hay un hecho que suponga un giro en la trama, pero el objetivo de Jarmusch es exponer con calma y detalle el interior de los personajes y la peculiar historia de amor que los une.
De la pedantería y la pretenciosidad que argumentarán los críticos con Jarmusch se puede pasar muy fácilmente al delirio de los sentidos que para sus fieles seguidores supondrá este filme. Como ven, la frontera se puede cruzar sin apenas esfuerzo. En mi opinión, al cineasta norteamericano se le va un poco la mano al plasmar de una forma tan cargante su mundo cultural y moderno-renegado en el modo de vida de los dos personajes principales, pero huelga decir que la película es una gran oda al amor que logra transmitir muy bien los sentimientos de los protagonistas y cerrar en su conjunto una cinta que, si uno se deja conquistar, le transportará a una noche eterna de pasión y romanticismo.

La mañana en Sitges finalizó con la proyección de ‘The philosophers’, una producción estadounidense dirigida por John Huddles, que también firma su guión. Narra un experimento sociológico que un profesor de filosofía en Indonesia propone a su clase durante el último día de curso. Sus veinte alumnos han de suponer que una catástrofe natural o una guerra atómica va a destruir el mundo, y que sólo diez de ellos podrám acceder a un búnker para salvar sus vidas y recuperar un año después la raza humana. Para elegir quiénes entrarán en el fortín, disponen de unas tarjetas en las que se detalla una característica de su personaje, ya sea su trabajo o alguna habilidad especial. La historia parte de una idea atractiva, pero la evolución de la trama acaba resultando muy pretenciosa. Además, el final incluye un desvío romántico a varias bandas que choca con el camino que había llevado hasta ese momento el filme. No hay tampoco grandes interpretaciones entre el reparto, pero el conjunto de la película puede suponer una alternativa interesante para el público.

Archivado como: 

Compartir

Continua en De Fan a Fan

También te podría interesar